En Nashville, "donde están los grandes artistas". En la capital de Tennessee, Estados Unidos, ahí quería Katherine Winter Zamorano, la joven de 16 años que murió el martes pasado, que dejaran su cenizas. Ese era uno de los varios deseos que dejó expresados la alumna de noveno año -primero medio- del Colegio Nido de Águilas, sobre cómo quería que fuera su despedida y funeral, y que sus familiares y amigos han intentado cumplir a la perfección.
La muerte de Katy, como la llamaban sus cercanos, generó impacto esta semana, luego de que, tras dejar una carta de despedida y desaparecer la mañana del martes, fuera hallada sin vida horas después en el baño de una cafetería Starbucks, de Providencia, por lo que se presume habría sido un caso de bullying.
La despedida que organizó su familia este jueves en el Cementerio Parque del Recuerdo estuvo marcada por lo que más le gustaba: la música. Las canciones que grabó la joven sonaron ante las más de 200 personas que llegaron hasta el lugar y sus padres dejaron junto a ella la guitarra marca "Taylor", que había comprado en Nashville, lugar de origen de muchos artistas de country que admiraba.
A las 15.00 ingresó al cementerio el vehículo blanco que llevaba el féretro de Katherine; atrás lo seguía un furgón cargado por completo con los cientos de flores que le habían dejado sus amigos y familiares. Durante la despedida se soltaron globos blancos y rojos al cielo y varios cercanos le dedicaron algunas palabras.
Uno de ellos fue su padrastro, Emanuel Pacheco, quien desde muy temprano había iniciado una campaña por redes sociales para que alguien lo ayudara a cumplir uno de los mayores deseos de la joven: que la cantante estadounidense Taylor Swift oyera su música.
"En este minuto Taylor Swift está en una reunión en Nueva York. La persona que está en esa reunión ya tiene la letra de tu música y el link de soundcloud. Así que, Katy, faltan minutos para que Taylor te escuche", dijo entre lágrimas el padrastro.
Pacheco explicó que en agosto toda la familia había planificado un viaje a Nashville para asistir a un concierto de la cantante, por lo que están analizando llevar las cenizas de la joven y cumplir su deseo.
"Desde la primera vez que escuchó una canción de ella se hizo fanática. Leyó su historia, que era la de una niña que no era de las populares del colegio, que tenía algunas historias de amor. Lo que más le gustó era cómo reflejaba en sus canciones lo que sentía y vivía, eran muy parecidas a las que Katy quería componer", dijo a La Tercera el padrastro.
El sueño de ser cantante
El deseo de triunfar en la música lo manifestó desde muy pequeña y fue el motivo por el que ingresó a la Academia de Canto Alicia Puccio a los cuatro años. Además, estuvo en la Escuela Moderna de Danza y en la academia de baile Ángel Torres.
Su profesora de canto y teatro, Maribel, dijo a La Tercera PM que su alumna tenía una voz única. De hecho, recordaba cuando habían montado la obra La Novicia Rebelde y no se perdía los ensayos en el Teatro Nescafé de las Artes.
Cuando había cumplido 11 años, la familia de joven decidió cambiarla desde La Maisonnette al Nido de Águilas, pues les había manifestado su interés por aprender inglés, idioma que años después utilizó en sus composiciones que se escucharon mientras se realizaba el responso.
La despedida en la iglesia
Con una chaqueta roja y un estampado que decía "Have a nice day" (ten un buen día), la madre de Katy Winter, Evanyely Zamorano, recibía con un abrazo a todos los que hacían fila al mediodía en la lglesia Alianza Cristiana y Misionera para entregar el apoyo a la familia y dar el último adiós a la menor.
Al interior se podía oír la voz de Katy, que salía por los parlantes y marcaba el ambiente del lugar. "Su vida era cantar. Siempre estaba en su cuarto componiendo. Por eso la despediremos con un homenaje a la música", dijo su padrastro durante la ceremonia.
El abuelo materno de la joven, Guillermo Zamorano, habló sobre su nieta y apuntó a lo que hoy busca la Policía de Investigaciones (PDI) en el teléfono móvil y computador de su nieta: el ciberbullying del que habría sido víctima: "Para los jóvenes la situación es compleja, se vive en un mundo de competencia. Nos estamos volviendo locos".
Más tarde y antes de emprender rumbo al Parque del Recuerdo, su hermano Alan confesó uno de sus deseos: compartir sus canciones en la red social Soundcloud.
"Chao gordita. Ahora llegó el momento, tú te vas a descansar y nos dejaste a todos con trabajo, gracias por ese trabajo. Como siempre, como toda la vida, nos sentimos súper orgullosos de lo que nos dejaste", dijo su madre en el funeral.