Hasta el Regimiento de Tejas Verdes, en San Antonio, llegó el pasado viernes el ministro de Defensa, Alberto Espina, para supervisar en terreno el entrenamiento y formación de soldados expertos en desmi- nado. La autoridad buscaba poder conversar y conocer más del trabajo que estos efectivos realizan diariamente, además de dar a conocer los últimos avances respecto de este tema.
Ese punto es central. Según dio a conocer la autoridad, a partir de cifras de la Comisión Nacional de Desminado (CNAD), dependiente de esta secretaría de Estado, al 2 de marzo pasado, de las 181.814 minas terrestres (antipersonales y antivehículos) instaladas en distintas zonas del país, más de 163 mil ya habían sido destruidas, equivalentes al 89,94% del total.
"Hasta el momento, nuestro país ha retirado casi el 90% de minas terrestres, cumpliendo el compromiso suscrito en la Convención de Ottawa, que es eliminar todos esos artefactos", sostuvo el titular de Defensa, en relación al tratado internacional firmado en 1997.
Hasta hace tres años, el desminado llegaba a cerca del 50% del total. Hoy, sin embargo, según la estadística oficial de CNAD, de las 194 áreas minadas en el país, ya se han liberado 166, correspondientes al 85,57%, que es el parámetro internacional considerado por la Convención de Ottawa.
Las regiones de Arica y Parinacota, y de Antofagasta, son los sectores donde se concentra la mayor parte de áreas con minas, con 89 (81 despejadas) y 66 (59 despejadas), respectivamente.
Después vienen Magallanes, con 28 sectores (19 limpios) y Tarapacá, con ocho (cinco desminados). En la Región Metropolitana y en Valparaíso, en tanto, las zonas son menores. En la capital ya se despejó el único sector con minas antipersonales, mientras que en la V Región solo falta uno de los dos que existen.
Este anuncio del gobierno se dio en el marco del Día Internacional para la Sensibilización contra las Minas Antipersonales, instituido por la ONU y que se celebra este miércoles.
Así, en Tejas Verdes, el ministro Espina pudo ver en terreno cómo los soldados trabajaban en el desminado de un cerro contiguo al regimiento, el cual fue minado en décadas anteriores por razones de seguridad.
En relación al trabajo de los efectivos, el titular de la cartera destacó que "se trata de efectivos que arriesgan su vida por retirar los explosivos; lo hacen todos los días, en el norte, a 4.000 metros de altura, y en el sur bajo condiciones climáticas muy adversas y extraordinariamente duras".
Indemnizaciones
Respecto de la ley que indemniza económicamente a las víctimas de las minas antipersonales, el ministro Espina señaló que "vamos a sacar a la mayor brevedad el reglamento que establece la norma, para que se asista como corresponde a las víctimas que han sufrido, que son más de 190, la amputación de miembros o han perdido la vida".
Agregó que "tan pronto salga la ley, eso les permitirá concurrir a un lugar que se determinará, para que reciban la indemnización por el daño causado".
La indemnización es de 900 UF y su magnitud de cobertura dependerá del daño, explicó la autoridad.
El comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Martínez, quien también participó de la visita, explicó, en relación a los plazos para destruir las más de 18 mil minas que aún existen enterradas en territorio chileno, que "esperamos tener al 2020 levantados todos los campos minados con minas terrestres. Ese es un desafío que tenemos todos y que está siendo articulado por el Estado Mayor Conjunto de la Defensa (Emco)".
Proceso
El mayor Jorge Soto Arias, jefe del Centro de Entrenamiento de Desminado y Destrucción de Explosivos, explicó algunas características de su trabajo, así como también lo que significa para él ser un desminador.
"Ha sido una de mis mejores experiencias, porque uno aprende mucho; fui desminador en la zona norte y aprendí también la ejecución de otras tareas (...). Este es un trabajo bastante peligroso, pero que está estandarizado, y el nuestro, en Chile, tiene uno de los mejores estándares a nivel mundial".
El general Ricardo Martínez precisó que "la creación de este centro se realiza en 2004 y su finalidad es preparar a monitores y a personas que pudiesen ejecutar el trabajo de desminado. Esto se ha hecho no solo con chilenos, sino que también con miembros de las FF.AA. de Argentina, Brasil y de Bolivia. Acá, por ejemplo, hubo 15 soldados bolivianos que se capacitaron".