El expresidente Ricardo Lagos estuvo presente en la casa de la familia Frei para brindar unas palabras sobre el fallo judicial que condenó a seis personas por el asesinato de Eduardo Frei Montalva.

El exmandatario comenzó su discurso indicando que "es un día histórico, porque el país nuevamente se asombra de lo que ocurrió ayer, de ver la profundidad de la divergencia en la sociedad chilena, de ver hasta qué punto un grupo de chilenos pensaba que los problemas se arreglan asesinando".

Ademas, agregó: "Lo que hoy día ocurrió es un hecho histórico en la historia de Chile, un magnicidio donde alguien que ejerce la primera magistratura, defacto, como es Augusto Pinochet, en definitiva es quién ordena un magnicidio de esta envergadura, eso no lo hace la CNI por su cuenta, entonces es casi una escena de Shakespeare, en donde el que ordena el asesinato exige estar presente en los ejes solemnes del asesinado.  Me acuerdo perfectamente de aquella escena  cuando llega augusto Pinochet a estar presente, la familia no quiso acompañarlo y designaron al hijo mayor, Eduardo Frei Ruiz Tagle a que estuviera presente.  Cuando uno mira hacia atrás y ve el resultado de esta sentencia, no puede menos que decir, cómo es posible que esto haya ocurrido en Chile, cómo es posible que Eduardo Frei  Montalva haya sido objeto de un crimen de esta naturaleza".

Lagos, también realizó también una dura condena al asesinato como solución al no entendimiento: "Puede haber divergencias en la política y en la forma de entender las tareas que le corresponden a Chile en el futuro, pero nunca el asesinato a la imposibilidad de entenderse. Durante seis años no compartí muchas de las posiciones del Presidente Frei, luego entendimos que porque había habido esa división tal vez cayó esa noche larga en Chile".

Terminó diciendo que lo más importante en una democracia es el diálogo entre las personas: "Vengo como un expresidente que viene a mirar al futuro, porque a ratos el camino de hoy puede ser precursor de un camino negativo mañana. Por eso hay que entender que una democracia recuperada debe ser cuidada día a día y se comienza con el lenguaje, ojalá entonces tengamos un mañana distinto y como bien dice Tucapel (Jiménez), para que nunca más vuelva a ocurrir ese desencuentro profundo, cuidemos la democracia y entendamos que tenemos divergencias y esas divergencias dan paso a unas convergencias para tener una vidas civilizada, como corresponde en una democracia en marcha".