Ha sido un tema de debate en las últimas semanas: ¿cuánta de la aún elevada movilidad que se ve en el Gran Santiago pese a la cuarentena por el Covid-19 se debe a personas que salen a trabajar, ya sea en sus puestos de trabajo o de forma independiente? Y una encuesta conjunta del centro de estudios Espacio Público y la consultora Ipsos arroja una cifra relevante: seis de cada diez santiaguinos tienen a alguien en su hogar que debió cumplir presencialmente con esa labor en la semana previa al sondeo.
El estudio -que fue realizado entre el 12 y el 16 de junio de 2020 a 800 personas- lo grafica así: el 59% de los consultados respondió que uno o más de los integrantes de su hogar tuvo que salir a trabajar en la última semana. Por sector, el único que muestra diferencias sensibles es la zona oriente, donde el 43% respondió afirmativamente: en las zonas norte, sur y poniente esa cifra superó el 60%.
Al mirar por tramos socioeconómicos, sólo el ABC1 está bajo la mitad, con 49% señalando que alguien de su hogar trabajó presencialmente en los siete días previos. La cifra sube a 53% en el segmento C2, 66% en el C3 y termina con 72% en los grupos D y E, los más vulnerables de la población.
“En el contexto de cuarentena que vive la Región Metropolitana, resulta bastante alarmante que el 59% de las personas afirme que en su hogar alguien ha salido a trabajar en la última semana. Si analizamos eso por nivel socioeconómico, es preocupante lo desigual que resulta el cumplimiento del confinamiento”, dice Pía Mundaca, directora ejecutiva de Espacio Público.
Al hacer la misma pregunta, pero a nivel personal -si el propio encuestado tuvo que salir a trabajar en la semana previa-, el 34% dice que lo hizo. El tramo etario con mayor porcentaje es el entre 30 y 49 años (44%); hay una diferencia importante entre hombres (42%) y mujeres (26%); y como segmento socioeconómico, el que más personas tiene en esta situación es el C3 (43%), seguido del D y E (40%).
Además, el sondeo muestra un fuerte impacto en los ingresos económicos de las familias. El 50% afirma que éstos han “disminuido mucho”, cifra que alcanza el 72% en los segmentos D y E. Y el 42% señala que desde que partió la crisis sanitaria, él o alguien de su grupo familiar han tenido que cambiar de trabajo.
“Las condiciones laborales y contractuales que tienen los grupos socioeconómicos son muy distintas entre sí”, señala sobre este punto Alejandra Ojeda, gerente de Public Affairs de Ipsos Chile. “En los grupos D y E se agrega que el 72% señala que le han disminuido en una alta medida sus ingresos a partir de la crisis; por lo tanto, se ven más apremiados económicamente y más obligados a la generación de ingresos alternativos”, añade.
Uso de permisos
La encuesta de Ipsos y Espacio Público ahonda también en otros aspectos de movilidad en la cuarentena. Así, el 88% de los consultados afirma haber salido de su hogar en los siete días previos por diversos motivos. Y de ese grupo, el 80% asegura haber pedido siempre un permiso en comisaría virtual para salir o contar con una autorización; el 14%, además, dice haberlo hecho la mayoría de las veces.
Para Pía Mundaca, esto muestra que “la ciudadanía sí está respetando las reglas dispuestas por la autoridad. Sin embargo, estamos frente a un problema más estructural, que hace que entremos en discusión sobre el tipo de reglas dispuestas que facilitan la movilidad de las personas”.
¿Cómo se desplazan? Del total de quienes afirman haber salido, el 35% dice que el medio principal de transporte fue un vehículo propio, el 32% que usó transporte público, y el 29% que lo hizo a pie. Al desagregar por grupos socioeconómicos, la diferencia se nota esencialmente el segundo de dichos medios. 19% del grupo ABC1 dice haber usado el transporte público como movilización principal; en el C2 la cifra sube a 28%, aumenta a 39% en el C3 y llega a 44% en el D y E. Aquí, además, sólo el 15% usa vehículo propio, contra el 45% del segmento ABC1.
En cuanto a las ayudas recibidas durante la pandemia, el 34% de los encuestados dice que en su hogar ha llegado asistencia del gobierno o de las municipalidades, entre ellos el 57% del grupo D y E. Entre quienes respondieron afirmativamente este punto, la ayuda más común es la caja de mercadería: el 84% dice que le llegó. Sin embargo, al ser consultados sobre medidas futuras que podrían ser más efectivas, el 45% plantea que cada hogar reciba un ingreso monetario para no trabajar, el 21% propone suspender pagos de cuentas y el 16% es partidario de entregar alimentos directamente en los hogares.