En una extensa entrevista televisada, el exconstituyente Rodrigo Rojas Vade (ex Lista del Pueblo) se refirió a la mentira que utilizó para llegar a la Convención Constitucional -y que fue revelada por La Tercera durante el año pasado-, a los dineros recibidos como sueldo y a aspectos desconocidos que lo llevaron a ser un referente político en medio del estallido social.
Consultado por Pauta Libre respecto a cómo inició la mentira respecto a su enfermedad, Rojas Vade aseguró que “hace nueve años empecé a enfermarme del estómago, muy recurrentemente, con hospitalizaciones incluidas, diarreas con sangre (...) dentro de esos diagnóstico fui diagnosticado con sífilis”, agregando que luego “tuve un compromiso medular muy importante (...) están los programas médicos entregados al Servicio Médico Legal. Ahí están todos los programas y a raíz de ese compromiso hematológico importante que se repitió en los años venideros, que fueron atribuidos como respuesta autoinmune, preferí decir que era leucemia”, le reconoció a la Premio Nacional de Periodismo, Mónica González.
Asimismo, afirmó que “sintió temor” luego que desde la Clínica Alemana, acusó, comenzó a filtrarse información respecto a sus cuentas clínicas e historial médico, lo que derivó en amenazas de muerte por redes sociales. Además, señaló que personal médico pudo conocer su engaño con anterioridad, ya que en su ficha no aparecía el diagnóstico de cáncer.
“Rabia acumulada”
Respecto a su llegada a Plaza Baquedano como manifestante, precisó que fue “para descargar un poco de mucha rabia como toda la gente que estaba ahí”.
Entre esos episodios que lo motivaron, contó que “el ver a mis papás que se esforzaron toda la vida para darnos un futuro mejor a mí y a mis hermanos y, que por quedar sin trabajo, le rematen su casa, nos tengamos que ir a escondidas, ver a mi mamá sufrir, llorar por eso”, lo llevaron querer manifestarse.
Sobre la mentira en su diagnóstico y usarla con fines políticos, afirmó que “nadie me lo enseñó ni me pidió que lo hiciera”.
El camino a la Convención
De la creación de la Lista del Pueblo, recordó que esta fue una idea de un grupo de manifestantes. “Buscamos una forma de poder equiparar la cancha y tratar de apoyar a la gente que quisiera acceder a la Convención. En ese proceso yo me puse a disposición para ayudar en lo que más pudiera y mucha gente me pidió que me postulara, les costó convencerme y cuando dije que sí, siempre dije ‘bueno si piensan que soy útil lo hago, pero si llegase alguien mejor calificado que yo, mi puesto está disponible. Nunca fue mi bandera’”, aseguró Rojas Vade.
El exconstituyente que resultó electo por el Distrito 13, dijo que su elección por dicha zona fue “porque le tenía mucho cariño, muy popular. Cariño a la fuerza, a la resistencia que han tenido durante años”. Además admitió ser un producto del estallido social en cuanto a lo político. “Sentí que si podía ser útil en algo, tenía que hacerlo y eso fue un error”, afirmó luego de su llegada a la Convención Constitucional, sabiendo el engaño que cargaba sobre sus hombros.
“En el fondo, sí, ahora lo veo, pero en ese entonces estaba cegado con las ganas de ponerme a disposición, de querer ayudar, de ser útil en la causa”, dijo cuando fue consultado sobre si reconocía que traicionó la fe pública.
Además, se reconoció como un referente, en ese momento, de la ex Lista del Pueblo, narrando parte de los problemas que tuvo el movimiento por desencuentros en las vocerías y en “lo duro del discurso”: “El objetivo de la lista era eso: llevar independientes a la Convención”, afirmó, ratificando que nadie del grupo sabía de la falsedad del cáncer.
“Creo que he asumido los errores que cometí, dando la cara, exponiendo todo lo que me ha pedido la Fiscalía”, aclaró Rojas Vade, quien no reconoció directamente haber manchado el órgano redactor, sindicando a Rodrigo Logan y Arturo Zúñiga como otros convencionales con similares problemas ante la opinión pública.
De su aspecto, afirmó que desde joven suele afeitarse la cabeza, porque nunca le gustó su pelo. Sobre las cejas, reconoció que, deliberadamente, se las quitaba.
Respecto al sentir de sus votantes y simpatizantes, el exconvencional ofreció disculpas, pero afirmó que “tampoco puedo pasar toda la vida pidiendo disculpas, porque eso no es sano para nadie, porque todos cometemos errores. Yo sé que el mío es enorme y nunca me voy a quitar responsabilidad”.
“Nunca quise burlarme de nadie, ni de los enfermos de cáncer. Al contrario: siempre quise gritar por ellos”, enfatizó el exestudiante de Teatro. “Yo solo quería ayudar, ponerme al servicio de la causa para que las cosas cambiaran”, dijo respecto a la mentira en su diagnóstico médico.
Dineros de la Convención
En torno al sueldo superior a los dos millones de pesos que nunca dejó de percibir, afirmó que “doné el primer sueldo”, pero afirmó que desde el Comité de Ética de la Convención Constitucional le han dicho que las operaciones no son válidas, porque las hizo a personas naturales: personas con cáncer, rescate de animales, entre otras.
De sus otras remuneraciones, reconoció que “el resto lo guardé”, afirmando que lo que alcanzó a donar tendrá que conseguirlo “y voy a quedar endeudado en esa plata que doné (...) voy a tener que reponerla”.
“Nunca pude negarme a recibir ese sueldo porque legalmente no era posible”, aclaró Rojas Vade.
Infancia y relaciones
Uno de los momentos más crudos de la conversación, fue cuando Rojas Vade reconoció que sufrió un episodio de abuso a los 10 años, lo que motivó la “rabia” que sentía: “Fui abusado a los 10 años en el barrio donde yo vivía”. Sin embargo no reveló quién fue esta persona, aunque sí dijo que estaba vinculado a su familia.
“Me odié a mi mismo por permitir que eso hubiese pasado”, manifestó Rojas Vade, quien reconoció que el episodio derivó en intenciones suicidas que fueron frenadas “por el amor de mis padres”.
Sobre su última relación de pareja, afirmó que debió contarle la verdad de manera obligada. “No fui el espectro de amor que la sociedad y religiones construyen entre dos personas”, afirmó sobre esa persona que lo dejó luego de 14 años de relación y tras conocer la verdad.
“Solo quería manifestarme y ser útil”, afirmó sobre su llegada a Plaza Baquedano. “Me sentía parte de ese levantamiento popular, de ese coraje y esas ganas de cambiar”, sentenció.