“El atentado que hubo esta madrugada no es nuevo en esta región ni en esa zona. Esta Ruta P-72, es uno de los lugares que más ha sido victimizado por atentados desde que existe este conflicto en la Macrozona Sur”.
Con estas palabras, la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá abordó la inseguridad del sector en el que fallecieron tres carabineros esta mañana.
Previo a su muerte, los funcionarios policiales -el sargento 1° Carlos Cisterna, el cabo 1° Sergio Arévalo y el cabo 1° Misael Vidal- se encontraban realizando un patrullaje en la Ruta P-72 S, a la altura de la localidad de Antiquina.
Según información policial, habrían sido emboscados y atacados con armas de fuego. Posteriormente, el vehículo en el que se trasladaban fue incendiado. Los carabineros fueron encontrados calcinados por Bomberos en la parte posterior de la patrulla.
Los 90 kilómetros de la denominada “ruta más peligrosa de Arauco” -calificada así por autoridades policiales- concentraba desde enero 2020 hasta noviembre de 2021, 75 hechos de violencia.
Pese a ello, en palabras de la ministra Tohá, lo ocurrido con los tres carabineros “es un atentado que tiene características que no habíamos visto nunca”.
“Nunca habíamos visto este nivel de crueldad. Nunca habíamos visto este nivel de alevosía. Nunca.”, remarcó.
La ruta se ubica hacia la costa de la Región del Biobío y conecta Tirúa, Quidico y Cañete. En el último año, tanto la Ruta P-72 como Cañete han registrado una serie de hechos violentos.
En abril del año pasado, un grupo de desconocidos atacó a balazos a un furgón escolar que transitaba por Antiquina. Según explicó el chofer del vehículo a 24 Horas, aparentemente, el furgón habría sido confundido con un trasporte forestal. Los encapuchados, al percatarse que iban niños al interior, habrían solicitado al conductor escolar seguir su camino.
Dos meses después, una torre de alta tensión fue encontraba derribada en el límite de Cañete y Los Álamos. Por entonces, el comandante de Carabineros, Rodrigo Gaete, consignó que los equipos especializados, GOPE y Labocar, “comprobaron la intervenciones terceras personas, quienes utilizaron explosivos para derribar la torre de alta tensión”.
A mediados de agosto, un joven agricultor fue asesinado en su hogar en Cañete, según las primeras informaciones, tras oponerse al robo de su camioneta.
Una semana después, en la comuna se registró un ataque incendiario en una cabañas, de propiedad de un exprefecto de la PDI.
El último crimen de alta connotación pública en la comuna fue el que terminó con la vida de los tres efectivos policiales.