"Les digo: jamás supe nada de las barbaridades denunciadas sobre Renato", con estas palabras el sacerdote jesuita Jorge Costodoat, se refirió a las denuncias contra Renato Poblete, que salieron a la luz en enero pasado luego de que la teóloga, Marcela Aranda, confesara los maltrados, humillaciones y abusos que habría sufrido por parte del fallecido pastor.
"Las noticias que poco a poco voy recibiendo de Renato Poblete, desde que el provincial de los jesuitas se enteró de la denuncia en su contra en enero de este año, son estremecedoras", escribió Costodoat en una carta dirigida a sus cercanos, agregando que "Si ustedes. están estupefactos porque jamás se imaginaron algo así, les digo que yo no lo estoy menos".
Hace unas semanas, Marcela Aranda, dio una entrevista a Ahora Noticia, en la cual detalló algunos de los abusos a los que la sometía el fallecido sacerdote y que ocurrieron durante la década de los 80' y terminaron en los años 90.
"Él comenzó a abusarme sexualmente con mucha violencia. Me llevaba donde otros hombres, con los rostros cubiertos, para que me violaran y me golpearan por turnos, mientras él miraba", señaló en la ocasión la denunciante.
En su carta, Jorge Costodoat detalló que "jamás supe nada de las barbaridades denunciadas sobre Renato. Me refiero a los abusos que parece haber cometido con Marcela Aranda, mi colega en la Facultad de Teología, a quien ciertamente le creo. Se lo dije a ella misma. Pero, además, me refiero a numerosos otros abusos, faltas de respeto y acciones descaradas que Renato cometió con numerosas mujeres que hacen indesmentible algunas de las acusaciones en su contra".
Según explicó nunca escuchó nada de los graves comportamientos de Renato a pesar de que vivió cuatro años con él en la misma casa. "En esta casa vivió con él otra gente por muchos más años. Tampoco de estos escuché ni siquiera una copucha. Nada. Personas muy cercanas a él han dado testimonio de que nunca se enteraron de sus abusos".
"De los abusos contra Marcela prácticamente ningún jesuita supo nunca nada", menciona, agregando que "ella dice que le contó a dos jesuitas: a Juan Ochagavía y a otro ya fallecido", pero no pueden descartar que "otros jesuitas alguna vez hayan sabido de algún tipo de abuso o malos pasos de Renato con otras personas. Renato Hevia, en reciente entrevista, así lo cuenta. Pero él no dijo nada a nadie ni siquiera le llamó la atención a su compañero de comunidad".
Precisa, además, que es probable que si alguien supiera de esto "no haya tenido el panorama completo", y que esperan aclarar el por qué no se conocieron estos comportamientos "gravemente deshonestos de Renato Poblete".
Sobre la investigación que está llevando el abogado W. Bown, menciona se han entrevistado a más de 60 personas, y que además del caso de Marcela "hay otras 10 a 15 denuncias más". "Mi deseo es que salga a la luz todo, lo más que se pueda, aunque sea pura mugre", detalla.
Siguiendo en la misma línea señala que "Sé que esta es una investigación modesta. No cumple los estándares de una investigación penal pública (que en este caso no habría sido posible porque el acusado está muerto). Pero es al menos una investigación independiente. Sus resultados puede ayudar a saber qué realmente ha pasado y a hacer un mínimo de justicia. La ignorancia de lo ocurrido me produce una enorme inseguridad. Me siento como sin saber qué hacer".
Finalmente menciona que "No puedo aceptar que ustedes y otra gente crea que los jesuitas hemos sido cómplices o encubridores de las atrocidades que parece que se han cometido", enfatizando que "La credibilidad de los jesuitas está en juego", dado que en "en casos anteriores hemos cometidos muchos errores. Hemos fallado. A veces hemos fallado a nuestros votos. Otra veces no hemos sabido encausar las denuncias. Hacer justicia. Lo ha dicho Felipe Berríos. También lo ha reconocido Cristián del Campo, nuestro provincial. Pero si se trata de enmendarnos, nos es indispensable alcanzar la mayor verdad posible".
"De momento siento horror por el daño que Renato ha podido causar a personas que como sacerdotes debemos cuidar y ayudar. Me da nauseas pensar en esto", puntualiza la carta.