Salud cifra en 50 mil los decesos atribuibles al coronavirus en 21 meses de pandemia
Del total, 39.013 son casos confirmados y 10.988 se atribuyen directamente a la enfermedad. Este año, pese a la vacuna, los fallecimientos son mayores a los de 2020, lo que, a juicio de los expertos, se debería a la aparición de nuevas variantes.
El 17 de noviembre de 2019 se registró el primer caso de Covid-19 en el mundo. A poco más de dos años, a nivel mundial, 280.555.284 personas se han contagiado y 5.403.384 han muerto por el virus, según datos de la Universidad John Hopkins.
En Chile, el 3 de marzo de 2020 el Ministerio de Salud pesquisó al primer infectado. Y exactamente una semana más tarde, la OMS declaró la pandemia. Y a la fecha, transcurridos 21 meses desde ese hito, 1.801.033 personas se han contagiado, mientras que 39.013 pacientes han fallecido a causa del virus, mientras que otros 10.988 decesos -sin confirmación de laboratorio- se configuran como muertes probables para Covid-19. ¿Qué significa esto? Durante la crisis sanitaria -2020 y 2021- se contabilizan 50.001 muertes atribuibles al coronavirus en el país.
En ese sentido, Sebastián Ugarte, jefe de la Unidad de Pacientes Críticos de Clínica Indisa, sostiene que “es una cifra importante que refleja la gravedad de la enfermedad. Si bien en muchos casos esta cursa como un cuadro gripal, con molestias generales, en otros pacientes evoluciona con fallas respiratorias y con compromiso de diferentes órganos y complicaciones que ponen en riesgo la vida”.
En 2020 hubo 22.218 defunciones a causa del Covid-19. Pero este año, pese a las vacunas, hay más: 27.783. Y la explicación de este aumento, de acuerdo a los especialistas, se encuentra en la mutación del virus.
“En 2021 estábamos más preparados, sin embargo, entre un año y otro hubo cambios de variantes predominantes. En 2020 estaba la variante inicial y después la variante europea. En el 2021 tenemos más presencia de delta y gamma que son bastante más agresivas. También hubo más compromiso de adultos mayores grave”, explica Ugarte.
A principios de octubre, las muertes acumuladas confirmadas y probables a causa de Covid-19 promediaban alrededor de 1.370 por cada un millón de habitantes en los países de la Ocde. En Chile, en igual fecha llegaban a 3.000 por cada millón de personas, es decir, casi el doble del promedio del organismo.
Además, las defunciones acumuladas ocurridas entre marzo 2020 y enero 2021 por coronavirus, confirmadas o sospechosas, representan el 19,26% del total de defunciones del país.
El efecto de las muertes
Los decesos causados por el virus han generado un impacto en diferentes áreas. Desde los indicadores demográficos hasta situaciones sociales. “La cantidad de fallecidos siempre es una muy mala noticia, en términos de la cantidad de familias que han visto perder a un ser querido y la orfandad que se genera”, dice el académico de Salud Pública de la Usach, Claudio Castillo.
Castillo explica que aún es prematuro hacer un análisis profundo del impacto que tendrán las muertes por Covid-19. Pero ya hay algunos cambios visibles: “Las implicancias que estamos viendo ahora, a corto plazo, son la disminución de la natalidad, un aumento de la mortalidad por causas directas como también por causas indirectas; es decir, personas que producto de la pandemia no han sido atendidas oportunamente”.
De hecho, según los últimos datos de la Ocde, Chile ocupa uno de los peores lugares del ranking en términos de exceso de mortalidad; esto es, las muertes adicionales que se produjeron en el país desde la llegada del Covid-19, en relación al promedio registrado en los últimos cinco años y los decesos que se proyectaban, en circunstancias normales, para el período.
Así, considerando los datos hasta junio, el informe cifró en 40.862 el exceso de muertes en el país, con 33.249 de ellas atribuibles directamente al coronavirus. Lo anterior implica que los fallecimientos se incrementaron un 25%, ubicando a Chile como el tercer país con mayor exceso de mortalidad asociada a la pandemia, por debajo de México (54,7%) y Colombia (37,8%).
Los expertos apuntan a un fenómeno multifactorial, asociado a comorbilidades, vulnerabilidad social, factores de riesgo y a la priorización de los casos Covid-19 en el sistema de salud. En el caso de la obesidad, por ejemplo, que demostró ser un agravante de los casos de coronavirus, el 74% de los adultos chilenos la padecen.
Gabriel Cavada, epidemiólogo y académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, coincide que ya está ocurriendo un cambio en los índices demográficos: “La esperanza de vida media para hombres y mujeres en Chile es del orden de los 82 años. Cuando uno mira la edad promedio en que muere la gente de Covid-19, esta cifra se adelanta unos 10 años. Lo que hizo la epidemia es arrebatar en promedio de ocho a diez año por persona”.
Riesgo ómicron
Pese a que los reportes preliminares dan cuenta que ómicron pareciera ser, hasta ahora, más transmisible pero menos letal que otras variantes, sí tendría un impacto en la red hospitalaria al tener una mayor proporción de infectados y, a su vez, de casos que llegan a UCI.
“Cuando suben los casos, suben las muertes, eso indican las curvas. Por eso es preocupante cuando se minimiza el aumento de contagios pues, desgraciadamente, el impacto en muertes lo vemos más tarde. Si no nos preocupamos por los casos y dejamos que suban, finalmente a la semanas después veremos que suben las muertes. Esto es algo que hay que tener conciencia”, dice Ernesto Laval, especialista en visualización de datos.
Por esta razón, la aparición de la nueva variante ómicron -que es más transmisible que delta- preocupa a los expertos, que aseguran que podría haber un aumento de casos en febrero. Además, debido a su alta contagiosidad, podría tener consecuencia en los sistemas de salud.
En ese sentido, Ximena Aguilera, directora del centro de Epidemiología y Políticas de Salud de la UDD, señala que “podría haber un repunte de las muertes, ojalá no muy grande, pero es difícil pronosticarlo en este momento. Como país estamos hacia la baja, pero con las aglomeraciones de fines de diciembre, más las fiestas, más la gente que viajó, existe la posibilidad de un repunte de casos ahora en enero, la gente habla de febrero, pero podría ser ahora. Esos brotes van acompañados de una curva de hospitalizaciones y de muerte, aunque puede ser más baja que las anteriores, dado las buenas coberturas de vacunación”.
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