La semana pasada, la Iglesia Católica se vio golpeada nuevamente por una denuncia de abuso, esta vez contra el sacerdote jesuita Renato Poblete, uno de los hombres más importantes en la historia del Hogar de Cristo y quien falleció en 2010. Su congregación ya abrió una investigación, cuyos resultados se anticipa generarán un alto impacto. Así lo cree el rector de la U. Católica, Ignacio Sánchez, quien dice que es labor de todos los creyentes ocuparse de la crisis. La denunciante, cuya identidad La Tercera se reserva, es profesora de ese plantel y el rector cuenta que la están acompañando en el difícil momento que atraviesa.
Rector, sabemos que la víctima es profesora de la UC . ¿Cómo reaccionaron y qué ayuda le están dando?
Para todos quienes conocimos en la universidad esta denuncia fue un gran golpe, un dolor muy grande conocer una experiencia tan dura y desgarradora. Creo que la víctima ha tenido una gran valentía y fortaleza al denunciar estos hechos; ahora viene el juicio y sus procedimientos, los que deberá enfrentar a futuro. La UC la ha acompañado, acogido y la apoyará tanto en los aspectos personales, de salud y académicos que requiera durante este difícil tiempo. Es una profesora nuestra, muy competente y querida por su comunidad, y es ella quien requiere la atención, cuidado y cariño en este difícil momento.
¿Qué espera de este caso y qué impacto cree que tendrá?
Hemos conocido situaciones condenables, tristes, que nos avergüenzan, duelen e interpelan a ponernos fuertemente del lado de las víctimas. Siempre se descubren hechos que ocurrieron hace muchísimos años y que han estado muy reservados en el corazón y cuerpo de las víctimas. En este caso, no sabemos si es una víctima única o si habrá más casos. Espero que en la investigación se den las facilidades para que la víctima entregue sus acusaciones y dolor, y que se haga una investigación acabada y justa, por el hecho de que la persona acusada ya no vive. Pero tenemos que apoyar fuertemente a las personas que denuncian y ponernos en el lugar de las víctimas. Sin duda, será un golpe muy fuerte para la credibilidad de la Iglesia y la adhesión de los jóvenes.
Dado lo que representa Renato Poblete , ¿cree que la Iglesia lo podrá superar?
Me duele, avergüenza y violenta conocer situaciones de este tipo, pero no me hace disminuir la fe. Esto no será un golpe mortal, pero sí un golpe duro; tenemos que asumirlo y buscar dentro de esta crisis cuáles son las claves para recomponer la confianza y la fe. Es una labor de todos, no podemos dejar a la jerarquía a cargo de esto, porque todos podemos colaborar en acompañar a las víctimas, en denunciar cuando algo no es correcto, en apoyar a los sacerdotes que en su gran mayoría hacen una labor dedicada. Esta es una prueba de que la Iglesia está constituida por hombres, que cometen delitos y faltas, y tenemos que asumir que eso es real.
Selección por mérito escolar
La Universidad Católica es un actor relevante en el quehacer educacional, y desde esa posición, Sánchez aborda las distintas discusiones que se han instalado en el sector.
¿Qué le parece la propuesta del gobierno para retornar a la selección por mérito en los colegios?
Es evidente que las familias que tienen mejor situación socioeconómica tienen un capital cultural mayor. Pero dentro de una situación socioeconómica similar, obviamente hay un mérito y gente que se esfuerza más o menos. Cuando se dejó el 30% de selección en los liceos de excelencia, fue para valorar ese mérito. Pero acá, lamentablemente, se ha hecho una situación de blanco o negro, de hablar de cero selección o 100% de selección. Creo que no debiera ser ninguna de las dos. Si hay un 30% de selección actual y el gobierno quiere subir eso, bienvenida sea la discusión en el Parlamento, pero no me parece que tenga que ser al 100% de selección por mérito, porque sería desconocer que hay personas que quizás en ese minuto no tienen el mérito para entrar a estos liceos, pero sí tienen la potencialidad de tener ese rendimiento. Deberían convivir ambas posturas, llegar a un acuerdo que valore el mérito. El mérito, las competencias y habilidades se valoran en liceos artísticos, pero también ese talento, que podríamos llamar más innato, también debe dejar espacio a aquellos estudiantes que no han podido desarrollar ese talento, pero que pueden construirlo. Lo que ha sido lamentable de la discusión es que rápidamente se polarizó y mostró argumentos más ideológicos que de fondo.
¿El Gobierno se equivocó al poner parámetros tan rígidos? ¿Contribuyó a la polarización?
Puede ser, pero también puede ser una fórmula de decir que este es el máximo al que se opta como Gobierno, pero con una disposición a flexibilizar. Siempre las propuestas del Ejecutivo y del Parlamento se ven alejadas, y el diálogo hace que unos y otros se acerquen. Es difícil que se apruebe al 100% y sería poco flexible de la oposición no discutir el tema, cuando hay grupos de población que tienen buenos argumentos para rebatir.
La oposición presentó una "Ley Machuca" para fijar una cuota de 30% de alumnos vulnerables en colegios pagados. ¿Qué opina?
Siempre la inclusión es positiva, que se encuentren niños de distintos orígenes es bueno y eso ocurre en los liceos particulares subvencionados, donde hay una gran variedad. Pero obligar por ley trae complicaciones. Entonces, hay temas que discutir: cuál sería el financiamiento de esos estudiantes, por qué existe la obligación a tener una cuota, y qué pasa con los colegios particulares que tienen fin de lucro. Si se acota a los colegios sin lucro, se llega a una cuota no obligatoria y se acuerda la entrega de recursos, sería una propuesta interesante.
¿Cree que los colegios pagados deberían abrirse por iniciativa propia a integrar a sectores pobres?
Hay iniciativas que se han abierto a eso, hay dos o tres colegios que ya lo hacen, y creo que deberían ser más. Si esta ley sirve para analizar el tema y que voluntariamente se pueda realizar, o se busquen los recursos o donaciones para ello, sería algo positivo. Habría que ver otros aspectos, como desde dónde se transportarán esos niños, dónde viven, para que no tengan largos trayectos. Pero hay que avanzar en la inclusión.
Educación superior
Las relaciones entre el Cruch y el Mineduc están en un momento complejo, luego de que el Gobierno alegara en el Tribunal Constitucional en contra de la propuesta de usar las platas del Fondo Solidario para cubrir a los estudiantes que se queden fuera de la gratuidad, ¿por qué no se llegó a acuerdo?
Es muy importante que existan distintas propuestas para disminuir los déficits que crea la gratuidad. Una respuesta es subir los aranceles regulados y suspender este impedimento de financiar más allá de la duración de la carrera. Como UC planteamos la posibilidad de usar los intereses del Fondo Solidario para ir en apoyo de los estudiantes que perdieran la gratuidad. Planteamos que hubiese una ley corta para ese punto, pero por algún motivo eso no prosperó y durante la discusión de la Ley de Presupuestos se planteó esta indicación en la glosa. Entonces, Chile Vamos y el gobierno defendieron el hecho de que solo el Ejecutivo puede poner indicaciones presupuestarias. Nosotros expusimos en el TC, apoyando la idea de que los recursos del Fondo Solidario fuesen usados por las instituciones para apoyar a sus estudiantes, pero nos pronunciamos sobre el fondo, no sobre si este tema debía estar en la Ley de Presupuestos o en una ley corta. Por lo que hacemos un llamado a que el Gobierno envíe una ley corta para utilizar esos fondos. Hay quienes dicen que no es justo, porque no todas las instituciones lo tienen, pero lo que tratamos de hacer es solucionar el problema de miles de familias.
¿Faltó colaboración de las autoridades para acoger esta propuesta?
Quizás se pudo haber dicho 'estamos abiertos para revisar esta situación, pero no la presentamos en la Ley de Presupuestos, porque no corresponde, pero sí discutámoslo de manera paralela', entendiendo que esta discusión no debe ser muy larga, porque hay que ayudar a los estudiantes en 2019.
Usted está en el consejo asesor del Mineduc para implementar la Ley de Educación Superior. ¿Qué cambios le haría a esa ley?
Más que cambios, se quiere ver cómo los reglamentos pueden permitir que la ley se implemente de manera más adecuada. Por ejemplo, las dos primeras sesiones nos dedicamos a la implementación de la Superintendencia de Educación Superior, que debe tener un reglamento, y el consejo servirá para discutir ese reglamento, para que no atente contra la autonomía universitaria y no entrar en conflicto con la Contraloría y el Sernac. Luego, pasaremos a otras áreas, donde puede haber más consensos y disensos. Por ejemplo, hay un consenso en que la gratuidad está desfinanciada en el actual esquema, y el financiamiento por el tiempo formal de la carrera, que no considera el alargue que tienen muchos estudiantes, también genera un desfinanciamiento.
También cambiará el sistema de acceso a la educación superior, ¿qué modificaciones cree que hay que hacer?
Una comisión de expertos nos entregó un informe con propuestas de cambios y durante el primer semestre veremos qué propuestas aceptaremos. No nos cabe duda de que la PSU debe ser modificada. Desde el informe Pearson que vemos que hay que hacer cambios, poniendo en la balanza qué pasa con las pruebas, si se agregan versiones escritas, y hay que hacer un análisis técnico de eso. Se ha pensado en la posibilidad de dar la prueba más de una vez al año, pero hay que ver qué significa eso y qué mensaje se le envía a los colegios, ¿quiere decir que el año se termina en junio si la prueba se da a mitad de año? ¿O la prueba de mitad de año será para los que la dan por segunda vez? Hay muchas opciones, por lo que tenemos que formar un buen directorio, coordinado por el ministerio, pero exento de presiones y con conocimientos técnicos.
Recién fue creado el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. ¿Cuáles cree que son sus desafíos?
Es una gran noticia pero hay que poner una voz de alerta, porque después de que se implementa el ministerio tiene que haber una inversión con recursos extra, ya sea que vengan del Estado, privados o internacionales. Como tenemos pocos recursos, tenemos que focalizarlos en crear valor a través del conocimiento. Sin ese énfasis el nuevo ministerio no cumplirá su rol. Nadie pide milagros de un momento a otro, pero sí un plan a 5 o 10 años, con compromisos que pasen de un gobierno a otro, de llegar al 1% del PIB en inversión, que sería más que duplicar lo que tenemos hoy. No se puede hacer en dos años, pero sí en 10. Hay que mirar a largo plazo.