Juntas representan a 11.748.938 habitantes, el 60% de la población del país. Santiago, Valparaíso y Biobío son las tres regiones más pobladas de Chile, con tres de cada cinco chilenos formando parte de ellas. Y juntas dan también una señal de alerta: abrirán marzo con el peor escenario de casos activos de Covid-19 desde julio, es decir, en los momentos más complejos de la denominada “primera ola” de la pandemia, que este miércoles 3 cumplirá un año desde la confirmación del primer caso en territorio nacional.
Este domingo, y por cuarto día consecutivo, los casos confirmados de la enfermedad superaron los cuatro mil, registrando 4.208 contagios. Uno de cada cuatro de ellos se presentó en la Región Metropolitana, que, con 1.127 personas con PCR positivo, alcanzó su mayor cantidad de casos desde el 17 de julio de 2020, es decir, en siete meses y medio.
En el caso del Biobío, la región llegó a su récord histórico de contagios diarios el viernes, con 632, mientras que Valparaíso lo hizo el sábado, con 417. Y, de hecho, La Araucanía -que junto a Maule y a las tres antes mencionadas es una de las cinco regiones de Chile que supera el millón de habitantes- también presentó su peak en lo que va de pandemia durante la semana pasada: el viernes, con 448 positivos.
Pero en particular, el escenario de Santiago, Valparaíso y Biobío preocupa porque desde inicios de la pandemia se ha considerado que si las tres regiones más grandes del país estuvieran simultáneamente en una situación elevada de casos, esto podría poner una fuerte presión al sistema de salud y hospitalario en general. Usualmente, a lo largo de la pandemia los peaks no han coincidido: por ejemplo, en invierno, cuando los números eran muy críticos en la RM y Valparaíso, Biobío fue clave en la logística para traslados de pacientes, algo que se invirtió en verano, cuando esta última región fue la que estuvo peor.
Y aunque las advertencias de un potencial rebrote post vacaciones se han centrado en Santiago -con voces como la del exministro de Salud Jaime Mañalich y el actual titular de la cartera, Enrique Paris, coincidiendo en el riesgo-, el hecho de que dos regiones que tienen ciudades con lógicas similares a las que se dan en la capital del país dispara aún más las alertas, en medio de un marzo que apunta a partir con más actividades presenciales permitidas que en cualquier momento previo de la pandemia.
El factor movilidad
La situación crítica de las tres regiones no sólo se da en cifras diarias, sino también en las acumuladas. De acuerdo al informe epidemiológico del Ministerio de Salud dado a conocer en la mañana del domingo, la Región Metropolitana tenía hasta el 26 de febrero 7.304 casos activos, el mayor número desde el 27 de julio. En tanto, Valparaíso llegó a 2.620 contagios -la cantidad más alta desde el 13 de julio-, y el Biobío anotó su récord de toda la pandemia, con 3.941 personas en esa condición.
El alza se da en medio de un escenario donde los dos primeros meses de 2021 han presentado un número importante de casos. De hecho, enero y febrero son el segundo y tercer mes con mayor cantidad de contagios confirmados de toda la pandemia, sólo detrás de junio del año pasado: este domingo, febrero cerró con 98.516 casos confirmados durante el mes, sumando 216.652 a lo largo del año.
La tendencia se ha replicado en cuanto a fallecidos: 25,1% de los decesos en enero fueron atribuidos al virus y, según el DEIS, hasta el 24 de febrero el porcentaje de fallecimientos vinculados al Covid-19 es de 29,37%, el mayor desde junio pasado.
Hay un elemento que invita al optimismo: la masiva campaña de vacunación que tiene a Chile como uno de los líderes mundiales en ese aspecto, con 3.303.645 primeras dosis administradas hasta la tarde del domingo. Sin embargo, hay dos aspectos que llaman a la precaución. El primero, que de acuerdo a los estudios clínicos, la inmunidad que entregan tanto la vacuna de Pfizer-BioNTech como la de Sinovac alcanza su efecto esperado algunos días después de inoculada la segunda dosis, por lo que el tiempo intermedio exige cautela.
Y el segundo, que desde este lunes las principales ciudades enfrentarán un escenario de movilidad casi inédito desde la aparición del virus y que en su mayor parte involucrará a grupos de población que aún no han recibido vacunas, como los niños y adultos menores de 65 años, un nicho que en lo que va de la pandemia en Chile representan el 89,2% de todos los casos, es decir, la inmensa mayoría.
El regreso de los colegios a un modo presencial desde este lunes -aunque en forma “voluntaria, gradual y flexible” y siempre dejando en manos de los apoderados la decisión final de asistencia de sus hijos a los establecimientos, según señaló el presidente Sebastián Piñera- aumentará los traslados de manera considerable, lo que sumado a la autorización adicional de apertura de establecimientos en Fase 2 como los gimnasios y la extensión del toque de queda hasta las 23 horas hacen que se observe con atención lo que ocurrirá en los primeros días de marzo.
Esto podría ser especialmente relevante en la Región Metropolitana. De acuerdo al último informe epidemiológico publicado el domingo, 17 de las 52 comunas de la capital -prácticamente un tercio- superan la tasa de incidencia de 100 casos activos por cada 100 mil habitantes, usada habitualmente como referencia para determinar si un municipio enfrenta o no un escenario crítico. Esto no ocurría en la región desde el 31 de julio pasado, es decir, hace siete meses.
Además, entre ese grupo hay comunas con alta cantidad de población, como Puente Alto, Ñuñoa, Macul, San Miguel, Quinta Normal, Pedro Aguirre Cerda, La Cisterna, Cerrillos, El Bosque y Lo Prado, lo que también es un factor que deberá considerarse.