"La documentación y testimonios que yo recibí de tantas personas que me entregaron su confianza en Chile -en la segunda misión en particular- respondía a que la información iba a ser dirigida directamente al Santo Padre. Esta era la intención y deseo de las personas con las que nosotros nos encontramos en Chile. Yo consigné toda la información al Papa y estoy convencido de que él respetará la voluntad de estas personas, que tuvieron fe en él", afirmó Charles Scicluna, arzobispo de Malta, en una entrevista con el periódico Encuentro, del Arzobispado de Santiago.
El secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) agregó que "sin perjuicio de lo anterior, animo a todas las personas que así lo deseen a que entreguen sus antecedentes a la justicia chilena".
Hace poco más de un año, en febrero de 2018, el prelado viajó a Chile junto al sacerdote español Jordi Bertomeu, para recopilar información sobre el exobispo de Osorno Juan Barros, luego de la defensa que el mismo Papa Francisco hizo en su favor durante su visita a Chile. Cuatro meses después, Scicluna regresó con el fin de reconstruir las confianzas con la Iglesia chilena, a la vez que recogió 64 testimonios que se plasmaron en el conocido informe, que tiene más de 2.300 páginas.
Respecto de las solicitudes realizadas por la fiscalía, manifestó que existe la disponibilidad para colaborar, "pero la cosa que yo siempre he dicho a todas las fiscalías, no solo a la de Chile, es que los requerimientos que hagan sean puntuales, tramitados a través de los canales específicos y con la formalidad correspondiente".
Sobre la situación eclesial del país, Scicluna señaló que "deseo lo mejor a Celestino Aós en su nueva misión" y aprovechó de "darle las gracias al pueblo chileno por la acogida que me dio cuando yo estuve en Chile". También envió un mensaje al episcopado: "Tengo que confesar que, en los últimos meses, que han sido bastante difíciles, vi desarrollos positivos en la Conferencia Episcopal de Chile, lo que para mí es un signo de gran apertura para que se haga justicia a las víctimas".
Si bien no existe una cifra global respecto del total de casos que han llegado a la CDF, el arzobispo explicó que la mayoría de las víctimas son de sexo masculino y de países de lengua española. Agregó que en estos últimos años "hubo muchos casos provenientes de Chile".
Consultado por los cambios implementados por el Pontífice en el país y si los ha considerado lentos, respondió que "yo no estoy en condiciones de dar un parecer sobre eso. Sé que la situación la gestiona directamente el Santo Padre con la ayuda de la Congregación de los Obispos. Les pido a los chilenos que oren mucho por el Santo Padre, para que siga tomando todas las decisiones necesarias para que exista una nueva primavera en la Iglesia en Chile".