Tras la celebración del Tedeum, el Presidente Sebastián Piñera comentó el mensaje del monje benedictino Benito Rodríguez sobre la crisis de la institución. "La propia Iglesia sabe mejor que nadie que se equivocó. Y, tal como se dijo en la homilía principal, hoy día está en un acto de purificación, porque espero que la Iglesia de nuestro país pueda no solamente enfrentar, sino que también superar los tiempos oscuros que vivió cuando se cometieron tantos abusos sexuales contra nuestros niños", dijo el Mandatario.
En el gobierno asumieron desde el principio que el tedeum iba a estar marcado por la ausencia del cardenal Ricardo Ezzati y la expulsión del sacerdocio de Cristián Precht decretada por el Vaticano. "Es una situación especial, obviamente que lo vemos con una honda preocupación. La Iglesia es una institución muy importante para el país y está pasando por una crisis muy profunda", señaló el ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien valoró la decisión de Ezzati de no presidir la ceremonia.
"Creo que fue un hecho importante, porque nos permite tener un tedeum no sujeto a conflictos ni a discrepancias", dijo Chadwick.
El resto de los ministros reaccionaron a la homilía del monje Benito Rodríguez.
La vocera de gobierno, Cecilia Pérez, de hecho, fue más allá y reconoció que, tomando en cuenta a aquellos que tanto han sufrido, "una autocrítica, un perdón a los chilenos que profesan la religión, tal vez, debió haber sido con mayor fuerza y esperamos que eso se pueda dar".
Hasta la Catedral llegó casi todo el gabinete. El único que faltó fue el canciller, Roberto Ampuero, quien se encuentra fuera del país.