El actual proceso de postulación a las universidades estuvo lejos de ser normal. La PSU tuvo que ser rendida en tres oportunidades por las protestas escolares y se suspendió el examen de Historia, debido a su filtración. Esto último llevó a que el puntaje de ese test fuera reemplazado por el mejor resultado que tuvieran los alumnos en alguno de los otros instrumentos de medición, como el resto de las pruebas que rindieron, las notas de enseñanza media o el ranking del colegio de procedencia.

Y eso tuvo consecuencias: según reportaron las universidades, subió el puntaje de corte de la selección en los programas de las humanidades, ya que la ponderación de otro instrumento en reemplazo de la prueba de Historia favoreció a los jóvenes que no pudieron darla.

Por ejemplo, en la U. Católica, el puntaje de corte de los seleccionados de Derecho subió 15,5 puntos y en Psicología aumentó en 15,3. El director de Admisión y Financiamiento Estudiantil UC, Juan Echeverría, dice que esto pudo haber alterado la composición de la matrícula.

“Nos preocupa que pueda haber estudiantes que no tenían tan clara su vocación en el área de las ciencias sociales y que, por el hecho de aplicarse el mejor instrumento que tenían, puedan estar ingresando a carreras de ese foco. Es un tema vocacional”, explica.

En la U. de Chile también hubo un alza del puntaje de corte en Derecho: subió 17,7 puntos respecto al año pasado. En el plantel afirman que, en general, las carreras que exigen la prueba de Historia vieron aumentar su puntaje de corte.

Este no es el único impacto: en todo el sistema hubo 7.901 postulantes menos a las universidades, una baja del 5% respecto a 2019. Y, por primera vez en los 17 años de la PSU, hubo una baja en los seleccionados, que fueron 116.047 este año, 8.404 (7%) menos que los 124.451 seleccionados del año anterior.

Esto se pudo deber a que también hubo 8% menos de personas que rindieron la prueba, debido a los problemas en su aplicación. Pero también existen otras teorías. Andrés Bernasconi, investigador de la UC, cree que pudo ocurrir que algunos jóvenes no hayan postulado a las universidades debido a la incertidumbre sobre lo que pasará este año. “Además, el puntaje que obtuvieron ahora, que en algunos casos tiene una bonificación por el reemplazo que se hizo de la prueba de Historia, lo podrían guardar para el próximo proceso de la PSU, donde se supone que los jóvenes sí darán ese examen de Historia, lo que hará que los puntajes promedio sean menores que en este ciclo”, agrega. Así, si un estudiante “guarda” su puntaje bonificado y postula el próximo año, le podría ir mejor.

Brechas educacionales

Respecto a los 108 puntajes nacionales que se registraron este año, 63 quedaron seleccionados en la U. Católica, 24 en la U. de Chile y el resto en otras ocho universidades. Mientras que uno quedó en lista de espera.

Ayer, al entregar los resultados, el vicepresidente del Consejo de Rectores (Cruch), Aldo Valle, informó que 25 universidades del Sistema Único de Admisión, de las 41 que lo componen, abrieron cupos especiales en carreras que exigían la PSU de Historia, para quienes se sintieron perjudicados con la cancelación de la prueba.

Respecto a las brechas entre colegios y segmentos de la población, Valle dijo que el sistema de admisión “difícilmente logrará por si mismo que se superen las desigualdades. Pero es posible avanzar en cambios que corrijan la segregación del sistema educacional”.

Carreras de salud y educación, las más femeninas

Desde 2011, las mujeres son más que los hombres en cada etapa de la PSU. Este año, el 55% de los seleccionados son mujeres, dos puntos más que en 2019.

Pero todavía existe una brecha de género, pues algunos programas son más “femeninos” que otros. Por ejemplo, el 31,1% de las jóvenes quedó en carreras de la salud y servicios sociales, frente al 13,3% de los hombres. También, el 13,8% de las mujeres quedó en programas de educación, versus el 8,6% de postulantes masculinos.

Al contrario, en los programas de Ciencias, el 13,7% de los hombres fue escogido, frente al 6% de las mujeres.

Alejandra Arratia, directora de Educación 2020, explica que existe un desafío por eliminar estereotipos de carreras que son más femeninas que otras: “Es fundamental que vayamos avanzando en una educación no sexista y, lamentablemente, el sistema escolar o las propagandas transmiten muchos estereotipos”.

Postulantes a carreras de Pedagogía cayeron 15%

Hubo 719 cupos más que el año pasado para quienes quisieran estudiar Pedagogía. Pero todos esos asientos sobraron, pues este año se redujo la cantidad de postulantes a esos programas.

En total, 22.198 personas prefirieron esta carrera, 15% menos que el año pasado, y 12.852 fueron seleccionados, 12% menos que en 2019.

La fundación Elige Educar dice que esta baja podría estar vinculada “al complejo contexto en el que se desarrolló este proceso de selección”, pero que se vuelve más importante atraer “a jóvenes de alto desempeño académico y con vocación a las carreras de educación”.

Fuerte alza de postulaciones en carrera de Medicina

Al igual que el año pasado, las carreras de Ingeniería y Ciencias y de Derecho, ambas de la U. de Chile, fueron las que tuvieron la mayor cantidad de postulaciones.

Sin embargo, en los programas de Medicina se registró una fuerte alza del interés entre los jóvenes por ingresar. Por ejemplo, Medicina en la U. de Santiago anotó 1.131 postulantes más que en 2019, y Medicina en la U. de Concepción también tuvo 1.001 interesados más que el año anterior. El mismo programa, en la U. de Chile, registró 925 postulantes más, y a la U. Católica llegaron 833 solicitudes más que el año pasado.

Proporcionalmente hablando, Medicina en la U. de Santiago fue la carrera que tuvo la mayor tasa de postulantes del país, pues llegaron 42,2 interesados por cada cupo.

La decana de esa carrera, la exministra de Salud Helia Molina, afirma que este éxito se explica por el sello social de ese plantel. “Tenemos estudiantes de todos los niveles socioeconómicos, un alto porcentaje de gratuidad y tenemos una mística histórica, pues es una universidad que está en la contingencia. Los estudiantes nos ven como un proyecto coherente con un Chile más justo”, dice.

También destacó el interés entre los jóvenes por Medicina en la U. Austral (41,5 postulantes por cupo) y Obstetricia en la U. Diego Portales (35,8).

Otros programas registraron, asimismo, un alza de postulaciones, como Derecho en la U. Católica, que el año pasado estaba en el lugar 26 de las carreras con más interesados y ahora saltó al octavo lugar.

Según el Cruch, el 89% de los jóvenes que postularon quedó en alguna de sus tres primeras preferencias, de las 10 que podían marcar.

La disímil realidad entre inmigrantes e indígenas

La PSU también fue rendida por numerosos extranjeros y estudiantes de pueblos originarios. Sin embargo, sus resultados de selección son muy distintos.

En el caso de los extranjeros, los principales grupos (peruanos, venezolanos y colombianos) tuvieron un buen desempeño, pues, proporcionalmente, siete de cada 10 de ellos obtuvo un cupo universitario.

Los alumnos de pueblos originarios, si bien son mucho más numerosos, tuvieron un desempeño que proporcionalmente es más bajo: en el caso de los mapuche, solo un tercio quedó seleccionado en la universidad.

Solo 35% de los escolares municipales logró un cupo

La diferencia de resultados entre colegios particulares y municipales es una de las brechas más evidentes: el 75,9% de los alumnos de colegios privados que dio la PSU obtuvo un cupo, mientras que solo el 35% de los municipales logró eso.

“Si bien hay que avanzar en un sistema más equitativo para acceder a la educación superior, el gran problema que tenemos hoy día es que estamos formando de manera muy desigual a los estudiantes en la educación escolar”, dice Magdalena Vergara, directora de Acción Educar, quien plantea que la brecha se debe solucionar en los colegios.

Para alivianar la carga a quienes tuvieron menos oportunidades en la etapa escolar, también propone flexibilizar el sistema de ingreso a las universidades. “La PSU, al seleccionar en base a conocimientos, tiene un sesgo mayor en cuanto al nivel socioeconómico que si seleccionara por habilidades”, explica.

También se mantiene la brecha por modalidad educacional: el 57% de los alumnos de colegios científico-humanistas quedó seleccionado, mientras que el 22% de los escolares de liceos técnicos obtuvo un cupo.