Con el comienzo el viernes pasado del proceso de postulación del Sistema de Admisión Escolar (SAE), los senadores Gustavo Sanhueza (UDI), Carmen Gloria Aravena (Republicano), Yasna Provoste (DC), José García Ruminot (RN) y Fidel Espinoza (PS), de la Comisión de Educación, buscan impulsar un proyecto de ley que modifica la Ley sobre Subvención del Estado a Establecimientos Educacionales, en cuanto al proceso de admisión escolar.
El proyecto de ley propone que los establecimientos educacionales puedan seleccionar al menos el 60% de su matrícula mediante criterios objetivos y transparentes, basados en el mérito y las capacidades específicas de los estudiantes, pero en ningún caso afectar los principios de inclusión que dieron origen al actual sistema.
“El SAE, conocido popularmente como ‘la tómbola’, ha demostrado tener serias deficiencias que han llevado al deterioro de la calidad educativa en muchos de nuestros liceos emblemáticos (...) la imposibilidad de los estudiantes y sus familias de elegir su establecimiento educativo ha generado un desapego y falta de compromiso con los proyectos educativos”, indicó al respecto el senador Sanhueza.
“He visto de cerca cómo el actual sistema ha afectado negativamente a nuestros liceos emblemáticos. Necesitamos un cambio que permita a las familias y a los estudiantes elegir su futuro educativo, basado en sus méritos y aspiraciones”, añadió.
En este sentido, explicó que con la modificación que plantean en el proyecto de ley que buscan impulsar “permitirá que los estudiantes tengan un mayor arraigo y compromiso con sus instituciones educativas, contribuyendo así a una mejora en la calidad de la educación”.
La propuesta busca que los padres, madres o apoderados puedan postular directamente en los establecimientos de su preferencia a través de un registro público proporcionado por el Ministerio de Educación o de forma remota. Además, los liceos bicentenarios de excelencia y liceos emblemáticos podrán establecer mecanismos de evaluación y medición vinculados únicamente al desempeño académico, pudiendo disponer de un máximo del 60% de los cupos totales de matrícula para este proceso especial de admisión.
En caso de que no se hayan completado los cupos mediante el proceso especial de admisión, los establecimientos deberán aplicar un procedimiento de admisión aleatorio definido por ellos, que considerará criterios de prioridad como la existencia de hermanos matriculados, la incorporación de estudiantes prioritarios, y la condición de hijos de trabajadores del establecimiento.