Servicio de Migraciones defiende que expulsión de extranjeros se haya hecho de forma colectiva, pese a aclaración de la Suprema: “Acá hay una instrumentalización del concepto”
Álvaro Bellolio manifestó, igualmente que "si nos preguntan si vamos a expulsar condenados por secuestro, tráfico de drogas, personas que tenían antecedentes penales en su país de origen por violación a menores de 14 años, sí, lo vamos a seguir haciendo”.
Polémica generó ayer una nueva expulsión masiva de migrantes, la cual fue supervisada directamente por autoridades del gobierno como el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, y el director del Servicio Nacional de Migraciones, Álvaro Bellolio. En total, según se explicó, fueron 72 extranjeros los que fueron expulsados -colombianos y argentinos- donde 45 de ellos habían sido condenados por tribunales por delitos como secuestro, tráfico de armas y robo con violencia, y el resto tenían antecedentes penales en su país de origen.
Con esto, se concretó el quinto vuelo con expulsados del país, en lo que va del año, dando un total de 392 personas que han debido abandonar el territorio chileno.
Esta mañana, en conversación con Radio ADN Bellolio fue abordado por el tema y por las declaraciones que ha hecho la Corte Suprema. Ayer la vocera del máximo tribunal, Gloria Ana Chevesich, señaló que “la Corte la única señal que da es que hay que respetar los derechos fundamentales de todas las personas, sea nacional o extranjero. Lo que se establece en toda normativa internacional, y que es sabido que las expulsiones colectivas son medidas prohibidas por el derecho internacional de derechos humanos en general”.
“También se debe entender que la autoridad cuando decreta estas medidas, al afectado no se le da la oportunidad de ser oído, no conoce claramente cuáles son las razones para su expulsión. Entonces, necesariamente, debe resolverse por la vía del amparo, escuchar al amparado, que conozca cuáles son las razones para oponerse a la medida, por qué se está viendo afectado. También se pide a la autoridad política que se informe la razón de su expulsión. De allí se resuelve y, eventualmente, de la Suprema se deduce el recurso de apelación”, añadió Chevesich sobre el proceso.
Además, agregó que “es necesario que se adopten medidas razonables y criteriosas, no caprichosas. Si la condena la cumplió en su país, y en el medio chileno tiene familia y trabajo estable, expulsarlo parece arbitrario”.
Respecto de esto, Bellolio explicó que “no es que el gobierno diga que tienen antecedentes penales, ya que la gran mayoría de ellos fueron condenados por tribunales y estuvieron en la cárcel en Chile o tenían antecedentes penales desde el origen. Cada uno de los casos es analizado individualmente, cada uno de los casos tiene una carpeta. Pero si nos preguntan si vamos a expulsar condenados por secuestro, tráfico de drogas, personas que tenían antecedentes penales en su país de origen por violación a menores de 14 años, sí, lo vamos a seguir haciendo”.
El director del Servicio Nacional de Migraciones añadió, igualmente que “ahora mi pregunta es inversa: ¿qué vamos a hacer con la migración clandestina? Esa fue la gran discusión ayer. Hay un sector que dice que da lo mismo cómo los extranjeros entran a Chile o da lo mismo que ingresen clandestinamente y que se queden botados en las plazas, sin cédulas de identidad, sin la posibilidad de inserción. Ayer tuvieron que ser rescatadas cerca de 20 personas de nacionalidad boliviana a 5 mil metros de altura, en la nieve, con principio de hipotermia, donde habían niños. ¿Y por qué? Porque si se da la señal, como lo han hecho organizaciones y activistas políticos, de que el ingreso clandestino da lo mismo, esta es la respuesta que vamos a tener”.
En cuanto a que las expulsiones se hayan hecho de forma masiva, Bellolio indicó que “cuando se refieren a la expulsión colectiva se puede entender de dos formas. La forma mal entendida es que los expulsados salgan simultáneamente en el mismo avión, poner un avión por expulsado no tiene mucho sentido pero hay gente que lo cree así, que no les gusta que las personas salgan de más de uno”.
Acá, añadió, “hay una instrumentalización del concepto porque hay instituciones, organizaciones y hay, de hecho, un senador que no quieren que se expulse. Ayer lo dijo el Servicio Jesuita Migrante y fue super relevante, que no creen que se debe expulsar, que no se debe expulsar a quien ingrese clandestinamente”.
Por otra parte, el exjefe de Extranjería fue consultado por el caso de los ciudadanos venezolanos que llegan al país y manifestó, en este sentido, que “la gran mayoría de los que entran clandestinamente a Chile vivió en promedio 19 meses en Ecuador, Colombia o Perú, pero ¿hay una necesidad de los extranjeros de venir a Chile porque pueden encontrar una mejor calidad de vida? sí; ¿se violan los derechos humanos de los venezolanos en Colombia, Perú o Ecuador? no tenemos registro; ¿puede mejorar el sistema de visas consulares? sí; ¿debe Chile tener una política de migración sin restricciones como han pedido algunos para que entren todos? no, porque tiene consecuencias”.
Con todo, Bellolio indicó que parte de los requisitos para poder optar a una visa es no contar con antecedentes penales por lo que quienes los tengan no podrán regularizar su situación en el país: “la probabilidad de que se generen abusos hacia ellos en materia laboral o de vivienda es gigantesco”.
“Como país tenemos que tomar una decisión, o generamos un proceso donde el ingreso clandestino no tenga ninguna consecuencia y abrimos las fronteras completamente, o hacemos un proceso que se haga cargo de la realidad, que sea gradual y que tenga los incentivos correctos”, dijo.
Vocero de Gobierno: “Tiene que haber reglas claras porque estas protegen a los mismo migrantes”
Esta mañana, además, el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, también se refirió al tema y a los planteamientos que surgieron desde la Suprema. En ese sentido sostuvo que “hay algunos aspectos en los que estamos de acuerdo como que no es una decisión caprichosa, sino que está ajustada a la ley”.
En conversación con Radio Universo, el ministro señaló que “¿por qué debemos como país aceptar que entre una persona de manera irregular, que luego se dedique al narcotráfico y que después, por ejemplo, haga tráfico de menores, y luego la decisión sea que no se puede expulsar? No guarda sentido”.
El secretario de Estado añadió también, que “el 99,9% de los migrantes vienen con un esfuerzo gigantesco y hacen una labor extraordinaria con sus familias, entonces por qué vamos a generar esa lógica estigmatizadora que es lo que pretenden de alguna manera, los sectores de ultra izquierda que no quieren poner ninguna regla. Eso es lo que pasó en el Congreso, votaron para que no hubiese visa y que no se pudiera expulsar a personas que cometieron homicidios en nuestro país”.
“Lo que ocurría previamente, donde algunos escondieron la cabeza, es que teníamos más de 200 mil personas que estaban en situación irregular porque vencían sus visas y pasaba con ellos que se violaban sus derechos. Entonces la manera en que esto no ocurra y se compatibilice el ingreso de personas migrantes junto con los intereses del país, es que haya una migración justa, ordenada y regular, y por supuesto con los brazos abiertos a la comunidad migrante (...) Tiene que haber reglas claras porque estas protegen a los mismo migrantes y cuando hay personas que cometen delitos gravísimos como narcotráfico, tráfico de menores y de migrantes, nos parece razonable que el país pueda proceder en una expulsión que siempre sea fundada y nunca caprichosa”, agregó.
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