#VíaInclusiva: Las preguntas que responde el libro Sexualidad en el adulto mayor
Conoce y descarga el trabajo en el que se aborda la temática que, según los especialistas, no ha sido abordada como política pública. "El Ministerio de Salud tiene el desafío de generar una política específica", dice uno de los autores.
Sexualidad en el adulto mayor es el título del libro editado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile que responde 42 preguntas relacionadas con esta dimensión de la vida de las personas mayores que "está invisibilizada desde la política pública, desde las atenciones en salud y eso tiene que cambiar" según expone Jhonny Acevedo, académico del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de dicha facultad y uno de los autores del trabajo.
Acevedo estima que "hoy día las políticas públicas están al debe con el adulto mayor. Hay que reconocer que ha habido algunos avances en los distintos gobiernos, pero lo que tiene que ver con atenciones de salud en temas de sexualidad del adulto mayor no está instalado, y los profesionales tampoco están preparados para resolver esas consultas y esas atenciones".
Ello a pesar que en la actualidad, según el académico, "existe una mayor apertura de las personas al conocimiento de estos temas, y sentir lo que ellos viven en términos de la sexualidad es un tema que se empieza a conversar con más tranquilidad".
"Son los propios hijos y nietos de los adultos mayores quienes están gatillando temas de conversación que antes eran tabú dentro de la familia", remarca.
Por esta razón, "el Ministerio de Salud tiene el desafío de generar una política específica que apunte a esta temática, para que baje a todos los servicios de salud y hacia los municipios, de manera que pueda haber una línea de trabajo de programas, objetivos y acciones orientados a esto".
Algunas de las 42 preguntas
¿Las medicinas bajan los deseos sexuales?
El deseo sexual puede verse afectado por distintos factores, como son enfermedades crónicas que afecten la calidad de vida, problemas de pareja o relacionales, algunas enfermedades que puedan alterar los mecanismos biológicos relacionados con el deseo (problemas de tiroides, hipoestrogenismo, alteraciones en los niveles de testosterona, etc.), asi como también algunos fármacos o enfermedades de la esfera mental (estrés, ansiedad, depresión).
Específicamente en lo que se refiere a fármacos que afecten el deseo, los principales que se usan en adultos mayores son algunos antidepresivos, principalmente los conocidos como inhibidores de la recaptación de serotonina. Sin embargo, también es cierto que los problemas mentales como la depresión o la ansiedad, enfermedades en las que principalmente se utilizan, pueden afectar el deseo de las personas. Un tratamiento adecuado tanto con psicoterapia como farmacología, si bien inicialmente puede ser perjudicial para la respuesta sexual, a largo plazo pudiera ser beneficioso si van teniendo un impacto positivo en el estado anímico.
Además, dentro de los efectos que estas medicaciones pueden tener en la respuesta sexual están el retraso de la respuesta orgásmica y la eyaculación. Nunca es recomendable suspender la medicación sin supervisión de su médica/o tratante. Por lo que si esto ocurre, es preferible comentarlo para buscar otras alternativas terapéuticas o realizar un seguimiento adecuado.
Otros fármacos que pueden afectar la respuesta sexual y que son de uso frecuente en la adultez mayor son algunas medicaciones para el tratamiento de la hipertensión arterial, antipsicóticos, ansiolíticos, algunas de las medicinas utilizadas para los problemas prostáticos, etc.
Frente al uso de fármacos y un potencial efecto negativo en la sexualidad, siempre es importante revisar la relación causal, la existencia de otros factores asociados y buscar conjuntamente con su tratante las posibles soluciones. También es importante saber que los medicamentos que afectan la respuesta sexual solo lo hacen en algunas de las personas que los usan, por lo que es posible estar en tratamiento con un fármaco que a algunas personas les afecta la vida sexual y no presentar ningún problema.
¿Por qué la diabetes baja el deseo sexual en el hombre?
La diabetes por sí misma no es una enfermedad que baje el deseo sexual en forma directa. Sin embargo, puede hacerlo de manera indirecta debido a sus efectos a nivel de la salud general y a nivel genital. Para algunas personas el diagnóstico de diabetes puede afectarles el ánimo y esto terminar haciendo que el interés sexual disminuya. Además, la diabetes en muchas ocasiones está asociada a obesidad y en hombres el aumento de la grasa corporal hace que sea menor la cantidad de testosterona lo que baja el deseo sexual.
La diabetes con los años termina afectando diversos sistemas y órganos en el cuerpo, lo que al deteriorar el estado general de salud puede terminar afectando el deseo sexual. Dentro de los sistemas que se pueden dañar está el sistema nervioso periférico, que es el que lleva las señales desde y hacia el cerebro a otras partes del cuerpo. Esto puede generar que aun existiendo deseo sexual no se produzca o sea más débil la erección o el proceso de lubricación. También al taparse las arterias que llevan la sangre a los genitales se puede afectar tanto la erección como la lubricación. Estas dificultades pueden hacer que luego baje el deseo sexual al saber que no se logrará una buena respuesta sexual.
Para prevenir estos problemas es fundamental seguir las indicaciones en cuanto a estilo de vida (alimentación y actividad física), uso de medicamentos y acudir a los controles.
Si una persona con diabetes siente que ha disminuido su deseo sexual lo recomendable es acudir a un profesional con formación en sexualidad para evaluar las causas de esta dificultad y ver estrategias para solucionarlas.
La sexualidad de los hombres adultos mayores, ¿es la misma que la de las mujeres adultas mayores?
En referencia a considerar la importancia de la sexualidad en el desarrollo del ser humano en todas sus etapas evolutivas indistintamente el sexo, no debería haber ninguna diferencia, sin embargo, la realidad podría ser otra. La sexualidad en el adulto mayor es tenida en cuenta desde los condicionamientos socioculturales, los prejuicios y la falta de conocimiento y de entendimiento de los inminentes cambios en esta etapa. Ya sea en la esfera de tratamiento de alguna enfermedad como en algunas problemáticas sociales, o actitudes negativas y sus consecuencias, la sexualidad de las mujeres continúa teniendo mayor repercusión que la de los hombres. El prejuicio más fuerte sigue siendo, la visión del adulto mayor como ser asexual, personas que ya no deberían pensar o preocuparse por su sexualidad, asociándolas con el final de su vida reproductiva, principalmente las mujeres.
La capacidad de sentir placer, de experimentar deseo y satisfacción sexual se mantiene durante toda la vida del ser humano, estos factores no solo están asociados a la capacidad biológica o fisiológica del cuerpo a poder responder, el componente psicosocial tiene un papel preponderante, que podría permitir enfrentar estos cambios de una forma más saludable. El cuerpo va a experimentar cambios importantes de envejecimiento, que son normales en esta etapa del ciclo vital y que generan cambios en la respuesta sexual. En el caso de los hombres podrían presentarse diferencias en el tiempo, capacidad y calidad de la erección, así como la cantidad y capacidad de los espermatozoides, del mismo modo experimentan una diferencia probablemente marcada en el período refractario (espacio de tiempo transcurrido entre una actividad coital y la que sigue dentro de una misma actividad sexual), elementos considerados culturalmente vitales para la expresión de la masculinidad.
En cuanto a las mujeres, las situaciones más comunes responden a una posible disminución del deseo sexual, escasez de lubricación vaginal, cambios en la elasticidad de la vagina, disminución de las sensaciones orgásmicas y la percepción de que el cuerpo de una adulta no representa erotismo ni sensualidad.
Teniendo en cuenta la calidad de vida de la persona y elementos de autocuidado, el adulto mayor podría verse enfrentando enfermedades, tratamientos medicamentosos o intervenciones que pudieran tener una afectación directa a su respuesta sexual o provocar disfunciones sexuales. Por lo tanto, estos son factores importantes de considerar de modo a permitirles restablecer su vida sexual con la mejor calidad posible.
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