Este mediodía, el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, anunció la presentación de una querella criminal contra los proveedores de los fuegos artificiales que se adjudicaron la licitación del evento pirotécnico que iba a tener lugar la noche del 31 de diciembre pasado en la comuna.
La Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) no autorizó el uso del material para el tradicional evento de Año Nuevo que iban a realizar en conjunto los municipios de Valparaíso y Viña del Mar. Los fuegos de artificio habían habían caducado según la normativa, sin embargo, el Ejecutivo hizo una actualización de las disposiciones legales para permitir una evaluación técnica del Instituto de Investigaciones y Control del Ejército (IDIC). Tras esa evaluación se determinó que no mantenían “condiciones de seguridad necesarias atribuibles a condiciones de almacenamiento y antigüedad de fabricación del producto”, por lo que su uso fue rechazado.
Al respecto, el jefe comunal indicó ejercer esta acción “en busca de justicia y reparación para todos aquellos que desde el municipio hasta el turismo y el comercio, sufrieron graves pérdidas a consecuencia de este actuar”. A juicio del alcalde, el proceder de los proveedores de la pirotecnia fue “doloso y perjudicial”.
En ese escenario, Sharp solicitará una indagatoria por parte de la Policía de Investigaciones (PDI) y el Ministerio Público para “un completo esclarecimiento” de lo ocurrido. Agregó que el delito que se imputará será el de estafa.
La acción penal emprendida por el jefe comunal, según afirmó, “busca justicia para Valparaíso y la reparación de los daños causados”.
Fin anticipado al contrato
El alcalde adelantó que “junto a una robusta mayoría en el Concejo Municipal” acordaron dar término al contrato celebrado con los proveedores, a instancias que aún restaban tres años para el fin de dicho compromiso.
“Lo que corresponde al municipio es ejercer las acciones judiciales que están en nuestro poder para que se haga justicia con la ciudad”, aseguró Sharp. Esclareció, además, que los montos de pérdida para las arcas municipales van entre 170 y 200 millones de pesos, aunque reveló que “la pérdida del turismo es mucho mayor”.