La ministra de Obras Públicas, Jessica López, abordó este viernes el sistema frontal que azotó en la última jornada a la zona centro sur del país y que dejó más de 6.300 damnificados, 576 aislados y sobre 2.000 viviendas con daños.
Sobre la zona más afectada, López sostuvo en radio ADN que fue la Región del Biobío “con la cantidad de personas, viviendas y albergados que tenemos hasta la fecha”.
“Gracias a la suerte, creo yo, el frente fue declinando en forma anticipada a lo que estaba pronosticado y eso nos ha dado un respiro el término de que hemos sido menos golpeados y la infraestructura vial también han respondido bastante bien. Hemos tenido naturalmente innumerables situaciones de corte y afectaciones de distinto tipo, pero en lo esencial, ha respondido bien”, destacó.
Sobre las otras zonas afectadas, destacó que en aquellos lugares donde hace tiempo no habían precipitaciones -y menos en las cantidades que se registraron ayer- “naturalmente” que se producen situaciones complejas y destrozos, pero no con la magnitud de los registrados el año pasado.
“Tenemos registrados al menos 100 eventos de interrupciones viales y de puentes, algunos todavía no están recuperados, tenemos algunas rutas suspendidas todavía por situaciones preventivas, pero yo diría que en lo esencial, nuestras Ruta 5, las principales rutas transversales de nuestro país, están operativas”, destacó positivamente.
Desarrollo de plan maestro de manejo de aguas lluvia
Sobes las zonas que presentaron inundaciones, la secretaria de Estado destacó que se reunió con la alcaldesa de Arauco, “y comprometimos con ella la firma del decreto que autoriza el plan maestro, digamos, el manejo de aguas lluvia de cuatro ciudades de la zona”.
“Esto es un tema que está en permanente desarrollo por parte del ministerio, lo que pasa es que tenemos que tener planes maestros de aguas lluvias, para ejecutarlos naturalmente, en todas las ciudades de Chile. Y no la tenemos todavía”, explicó.
Un plan maestro de aguas lluvia, explicó, es una infraestructura “que lo que hace es canalizar por las rutas principales de las ciudades, las aguas lluvia precisamente”.
“Cuando eso no ocurre, las personas lo que hacen -en una respuesta muy natural (a la acumulación de aguas lluvia) - es abrir las tapas de los alcantarillados”, sostuvo. Sin embargo, estos sistemas “no están preparados para recibir las aguas lluvia, entonces, se rebalsan”.
En este sentido, explicó, todas las ciudades deben tener un sistema de este tipo que permita canalizar esas aguas
“No tengo el número exacto en este minuto (sobre cuántas ciudades cuentan con estos planes maestros) pero estamos permanentemente aprobando sistemas y construyendo (...). Son sistemas que están vivos, en términos de que las ciudades siguen creciendo, se siguen desarrollando, y por lo tanto los sistemas de recolección de aguas y evacuación tienen que seguirse adaptando, y creciendo junto con el desarrollo de las ciudades, así que es un proceso que no tiene fin”, continuó.
En este sentido, sostuvo que en las principales ciudades se tiene un plan “al que probablemente hay que meterle más recursos para enfrentar mejor esta situación”.
Específicamente en el caso de Curanilahue, una de los sectores más afectadas, indicó que allí existe efectivamente una zona donde hay una cantidad de ríos y canales muy grande.
“Así que ahí lo que estamos haciendo adicionalmente al proceso de aprobación que ya está diseñado -ese sistema está diseñado- es hacer un plan de manejo para esa cuenca, porque es extremadamente compleja la cantidad de ríos que hay ahí y los estudios entonces que hay que hacer de cómo es la forma más apropiada de canalizar las aguas de las ciudades, por una parte, y mantener adecuadamente la situación para el riego agrícola”.