Las sociedades médicas chilenas de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva; de Dermatología y Venerología; de Otorrinolaringología; y de Oftalmología, anunciaron al Ministerio de Salud (Minsal) su renuncia a la Mesa de Trabajo de Estética, conformada bajo la dirección de la División de Políticas Públicas (DIPOL) del Ministerio.
Según indicaron mediante una carta dirigida a la ministra de Salud, Ximena Aguilera, la decisión responde a una serie de irregularidades y preocupaciones relacionadas con el desarrollo de la Mesa, que, según las sociedades, ha desvirtuado su propósito inicial de crear un catálogo técnico para regular procedimientos estéticos no patológicos en conformidad con la legislación vigente.
Según denuncian las sociedades médicas, el catálogo actual faculta a cirujanos dentistas para realizar procedimientos médicos invasivos y quirúrgicos “fuera del ámbito odontoestomatológico”, vulnerando el Código Sanitario.
Asimismo, indican, permite que médicos generales sin especialidad realicen procedimientos quirúrgicos, “contraviniendo la Lex Artis y los estándares de certificación establecidos”, y excluye la participación predominante de médicos especialistas, “dejando decisiones técnicas críticas a votaciones donde predominan actores sin certificación adecuada”.
De acuerdo a las sociedades médicas, estas prácticas representan un riesgo directo para la seguridad de los pacientes y contravienen los principios fundamentales de los proyectos de ley en discusión en el Congreso, diseñados para regular adecuadamente la práctica de la cirugía y procedimientos estéticos.
Junto con esto, las sociedades critican la falta de transparencia en el proceso, destacando que se les impuso reserva sobre las discusiones de la Mesa, obstaculizando así la rendición de cuentas a sus miembros y la supervisión pública necesaria en la formulación de políticas de salud.
Según indicaron los presidentes de las sociedades en la cara, la mesa de trabajo “ha sido utilizada para avanzar en una suerte de legislación paralela que contradice el Código Sanitario, desvirtuando su objetivo original y poniendo en peligro el bienestar de los pacientes”.
En la misiva, las sociedades solicitaron una audiencia formal para discutir su preocupación por el futuro de la medicina y cirugía estética, y reafirmar su compromiso con contribuir al desarrollo de una legislación que garantice la calidad de los servicios y la seguridad de los pacientes.