La crisis que se abrió al interior de la Universidad San Sebastián (USS) tras darse a conocer que la ex ministra y actual candidata por la alcaldía de Las Condes, Marcela Cubillos, recibía un sueldo bruto de 17 millones de pesos por su trabajo en la universidad ha ido expandiéndose con el pasar de los días. En ese contexto, uno de los socios de la casa de estudios, Alejandro Pérez, abordó la situación de la institución.
Respecto al sueldo de Cubillos, comenzó señalando en una entrevista con Diario Financiero que “ella fue una académica destacada, la evaluación de los alumnos respecto del trabajo de Marcela ha sido una de las mejores que ha tenido la universidad (...) Hizo un súper buen aporte. Ahora, otro tema es el nivel de renta”.
“A mí, personalmente, me preocupa que el caso de Marcela en la estructura de renta de la universidad se salió completamente del esquema”.
A lo que agregó: “En este caso específico de Marcela Cubillos se salió de los estándares. Es el único caso que tenía la universidad y ahora no tiene ninguno”.
“Marcela Cubillos entró a la universidad el año 2020 ganando algo más de $3 millones. Y tengo entendido que a fines del ‘21 cambiaron su contrato a jornada completa, y comenzó a ganar algo más de $10 millones. Pero además se hizo cargo de la parte editorial y eso eran $3 millones más, y el resto son reajustes por IPC. Esto se decidió dentro de la línea normal, con otro presidente que ya no está con nosotros, pero que estoy seguro que tomó la decisión considerando que era la correcta, porque como he dicho estos son temas opinables”, comentó.
En esa línea, afirmó que “lo que sí es claro es que el aporte de la Marcela ha justificado con creces su contratación”.
Al ser consultado sobre quién decidió aumentar el sueldo de la exconvencional, Alejandro Pérez puntualizó que se trató del fallecido Luis Cordero Barrera, uno de los fundadores de la Unión Demócrata Independiente (UDI). “Estoy seguro que las razones que él tuvo fueron las correctas en ese momento. Marcela se merece eso. Otra cosa es que la universidad esté en condiciones de pagarla”.
Explicando las razones de este sueldo, detalló que “el desarrollo que ha tenido la Facultad de Derecho, donde estaba inserta Marcela, y no te digo que exclusivamente por eso, sino por la labor de Andrés Chadwick y otros profesionales, tiene un valor muy superior a todas estas rentas”.
Vinculados con el caso Audio en la institución
Además de sufrir con el fallecimiento del presidente de la junta directiva de la USS, Luis Cordero Barrera, en junio de este año, la institución ha visto como los avances en la investigación del caso Audio han colocado a diversos miembros de la institución en el ojo público.
Uno de los más afectados ha sido el exministro del Interior durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick. Tras haber tomado el relevo de Cordero Barrera a la cabeza de la junta directiva de la USS, el miércoles pasado dejó el cargo en el contexto de las revelaciones del caso Audio.
En ese contexto, el exgerente de la Celulosa Arauco y Constitución Celco señaló respecto a la salida de Chadwick que “desde hace bastante tiempo nosotros veíamos que había un ataque muy fuerte en contra de Andrés, me imagino que por motivaciones políticas, buscando comprometerlo a raíz de los audios”.
“El problema es que aquí se está entrando a un nivel de disputa, de acusaciones, en las que Andrés se tiene que defender. Y me parece correcto que esa defensa no sea bajo el paraguas de la universidad”, explicó al respecto.
Semanas antes, el exministro de Vivienda, Felipe Ward dejó la institución educativa en el contexto de la investigación por presuntas gestiones que habría realizado mientras se desempeñaba como secretario de Estado para acelerar permisos de construcción del proyecto Parque Capital del Grupo Patio, perteneciente a la familia Jalaff, cuyos integrantes Antonio y Álvaro tienen calidad de imputados por su vinculación con el fraude en el caso Factop.
Sobre estos casos, Pérez señaló que “en el caso de Manuel Guerra y en el caso de otras personas, ellos prefirieron dar un paso al costado, en parte por las mismas razones, porque quieren tener la tranquilidad de poder defenderse adecuadamente y no causar un daño a la universidad”.