Están en la misma región y bajo las mismas medidas restrictivas, pero sus indicadores epidemiológicos muestran una evolución de la pandemia totalmente opuesta, desde que el 27 de marzo se decretara la cuarentena total para la Región Metropolitana. Las comunas del sector oriente de la capital presentan un panorama diametralmente opuesto al del resto de las zonas del Gran Santiago, según un análisis hecho por La Tercera.
Si se toma como ejemplo la comuna de Las Condes, según el último informe epidemiológico del Ministerio de Salud (Minsal), esta mantiene 314 casos activos de coronavirus, lo que representa un 45% menos de contagios desde que inició la cuarentena.
Además, su tasa de incidencia -es decir, la cantidad de casos por cada 100 mil habitantes- es la menor de la región, con 94,93. Un rango similar marcan Vitacura (97,13) y Providencia (105,23), posicionando a este grupo de comunas entre las que tienen más posibilidades para avanzar de fase en el plan Paso a Paso.
Pero en el otro extremo de la capital, la cuarentena no ha detenido el avance de casos. En Lo Espejo, según el informe del Minsal, los casos activos pasaron de 171 contagios, el 26 de marzo, a 354 el sábado, es decir, aumentaron más del doble. Esta es una de las situaciones más dramáticas de la región, pero, al parecer, una tendencia en casi todas las comunas.
Según la revisión hecha por La Tercera, 46 de las 52 comunas han aumentado sus casos desde que toda la RM ingresó a Fase 1. Además de Las Condes, Vitacura y Providencia, las seis excepciones a la regla las completan Lo Barnechea, Ñuñoa y La Reina.
Del grupo que muestra aumento de casos, 24 presentaron su peor cifra de la “segunda ola” en el reporte del sábado y otras cinco tuvieron el peak en el informe del pasado jueves. Junto con ello, 20 han elevado sus contagios en más de un tercio, un ritmo de crecimiento que es aún bastante alto.
Las comunas en peor situación se pueden agrupar en tres bloques: aquellas más rurales y que no pertenecen a la zona del Gran Santiago, municipios del sector suroriente y otro bloque del área norponiente.
Un caso que preocupa por su magnitud es Puente Alto, que elevó sus contagios activos en 44% en las últimas tres semanas y superó la barrera de los dos mil casos en esa condición (2.142), algo que no ocurría en ninguna comuna del país desde junio pasado.
Y a nivel regional, la tendencia es compleja. Por una parte, hay una ralentización del aumento de los casos activos, pero en ningún caso una caída. Si entre el 5 y el 26 de marzo la RM duplicó sus contagios, pasando de 9.210 a 18.481, en los últimos 21 días el alza fue del 25%, llegando a 23.263. Al no reflejar una baja, la capital aún se encuentra en alto riesgo y con la amenaza de volver a tener un escenario como el registrado en junio pasado, donde se alcanzaron 33.122 casos activos.
Determinantes socioeconómicos
La diferencia de comportamiento entre la zona oriente y el resto del Gran Santiago se hace evidente en los números. Y sobre las razones, hay varios factores que los expertos apuntan que pueden estar correlacionados.
El profesor del Magíster en Salud Pública de la Universidad de Santiago (Usach), Claudio Castillo, advierte que “aquellos que ya vivían con alguna vulnerabilidad, se han visto más fuertemente afectados durante la pandemia. Las medidas de confinamiento y de restricción de la movilidad son más complejas de cumplir para la población que desarrolla actividades económicas informales, que viven de generar ingresos diarios o que no pueden trabajar de manera remota”.
Castillo añade que “los datos por comuna demuestran que la movilidad se reduce más en los sectores de mayores ingresos, que, a su vez, tienen mejor estado de salud en general y que, además, registran mayor cobertura de la vacunación contra el Covid-19, lo que se traduce en una baja más rápida de casos nuevos”.
El académico detalla que, por ejemplo, entre las comunas que lideran el porcentaje de vacunación con esquema completo (dos dosis) están La Reina (48%), Ñuñoa (45%), Las Condes (43%), Providencia (43%) y Vitacura (42%), según los datos del Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) y el Ministerio de Ciencias, con corte al 16 de abril.
Ese punto, estima Castillo, será un factor a mirar con detención, pensando sobre todo en el avance de la estrategia masiva de vacunación en los próximos meses.
Por otro lado, y para la exsubsecretaria de Salud Pública y consultora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Jeannette Vega, el fenómeno de la “primera ola” se vuelve a replicar: a menores recursos, menor eficacia de las medidas restrictivas. “Hay una gradiente socioeconómica que liquida a los más vulnerables: la vacunación es menor, hay una tasa de mortalidad mayor y, por cierto, que hay menos disminución de la movilidad y eso es porque las personas deben seguir con su vida para la subsistencia. Son obreros, jornaleros, trabajadores de la construcción”, asevera.
Vega explica que el grupo de comunas que está con mejores indicadores epidemiológicos se correlaciona también con las mejores condiciones de vivienda y trabajos que permiten que las medidas como los confinamientos puedan ser cumplidos de mejor forma.
¿Desconfinar de forma “dinámica”?
El tema de las cuarentenas es particularmente complejo por la naturaleza de la Región Metropolitana, donde las diferentes comunas presentan fuertes relaciones de movilidad entre sí. Y pueden ser un factor crucial, ya que si bien las cifras de la zona oriente están entre las mejores de todas las comunas en cuarentena del país, realizar una apertura de esos municipios puede impactar en un aumento de los contagios por el aumento de desplazamientos -sobre todo laborales- desde otras zonas en que la curva epidemiológica va aún fuertemente en alza.
Sobre este punto, Vega es tajante. “En este momento no hay que avanzar de fase. Mientras menos gente circule en la región, menos circulación del virus habrá, pues Santiago se comporta como una conurbación en su conjunto”, advierte.
Sin embargo, no es primera vez que se presenta esta disyuntiva. Las denominadas “cuarentenas dinámicas” -es decir, por bloques de comunas y no a nivel de toda la región- causaron una fuerte polémica en 2020. Y, de hecho, cuando llegó al Minsal en junio pasado, una de las primeras decisiones de Enrique Paris fue anunciar que trataría por, a lo menos un mes y medio, al Gran Santiago como un todo, sin liberar comunas específicas.
Entre la última semana de julio y los primeros días de agosto comenzó el desconfinamiento parcelado, pero con los casos activos a la baja, lo que representa un escenario muy distinto al actual.