Subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana: “El FES va a ser aprobado porque sabemos que hay un consenso social de terminar con el CAE”

El subsecretario de Educación Superior confía en que al término del gobierno el proyecto que busca reemplazar el Crédito con Aval del Estado será ley. Eso sí, deja ver que darán pelea para no ampliar los deciles de copago, uno de los nudos de la discusión.
Menos de un año le queda al gobierno y al subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, para lograr aprobar el proyecto de ley que termina con el Crédito con Aval del Estado (CAE) y crea el Financiamiento para la Educación Superior (FES). Para eso la autoridad debe enfrentar las críticas por haber ingresado indicaciones que no abordaban los nudos más controvertidos, como el copago. “Vamos a trabajar con la oposición y el sistema un conjunto de indicaciones para perfeccionar el proyecto. No quisimos iniciar la discusión sin presentar algunas de estas”, asegura.
¿Se avanza en consensos políticos y técnicos?
Hay un consenso en la necesidad de superar el CAE no sólo a nivel político, también a nivel social e institucional. Naturalmente, hay distintas visiones, pero creo que nos acercamos a un acuerdo más global.
¿Dónde ve los nudos?
Se ha planteado que las personas estarían obligadas a una dinámica demasiado rígida en términos de que sólo puedes pedir el 100% y ahí se requiere estudiar la posibilidad de establecer mayor flexibilidad. Y luego tenemos que garantizar que nuestra política global de financiamiento, que va mucho más allá del FES, puede entregarle al sistema los recursos que requiere. El futuro de la educación superior no depende de las familias de clase media ni de los aportes destinados hoy por materias de formación.
¿Y ampliar el copago?
La educación debe exigir a las personas un compromiso fundamentalmente académico y no económico. Entendemos también que Chile tiene que encontrar los financiamientos para que nuestro sistema pueda funcionar. El gobierno fue flexible, dejando abierta la posibilidad de que las familias del decil más rico aporten.
¿Ampliar a otros deciles no será objeto de discusión?
En política uno tiene que ceder. Pero me interesa clarificar algo: mayor grado de copago no garantiza un financiamiento responsable. Y nuestro compromiso es proteger a las familias y garantizar el funcionamiento del sistema. El copago no resuelve estas materias, es un recurso inercial.
No se transa entonces...
Estamos en conversación con los rectores sobre el financiamiento, pero por parte de la oposición no hemos recibido una propuesta formal que implique un aporte de las familias diseñado para encarar los desafíos de la educación superior del futuro, y más bien lo que ha planteado un sector es reponer la posibilidad de que las instituciones de educación superior puedan cobrar lo que quieran a las familias, cosa que no nos parece adecuado cuando hay recursos públicos involucrados.
¿Cuál es el problema de que una familia pueda copagar si eso implica que se le pueda reducir su cuota mensual de retribución?
Estamos abiertos a explorar la posibilidad del aporte familiar para flexibilizar las trayectorias de las personas. No nos parece correcto que las instituciones que reciben recursos públicos por una persona puedan cobrarle lo que quieran.
¿Y se abren a revisar el mecanismo para retribuir?
Si encontramos fórmulas que dentro de los aspectos estratégicos de nuestro proyecto garanticen la responsabilidad fiscal y el derecho a la educación y la justicia de retribución, naturalmente estamos abiertos a estudiar modificaciones.
¿El FES se aprueba antes del 11 de marzo de 2026?
Están las condiciones para la aprobación de este proyecto y para abrir una etapa de futuro en la educación superior. Se pensó en algún momento que el gobierno no iba a presentar este proyecto y está avanzando su tramitación. Se planteó que no íbamos a poder dialogar con el sistema y estamos trabajando en conjunto.
Y si no lo logran aprobar, considerando que además incluyen la condonación, ¿es un fracaso?
La razón por la cual consideramos que el FES va a ser aprobado es porque sabemos que hay un consenso social en la necesidad de terminar con el CAE. Ninguna iniciativa legal había avanzado tanto. La sociedad, al final, va a ser presente en la esfera política esta necesidad de llegar a un entendimiento y de una vez por todas terminar con el CAE.
Una cosa es terminar con el CAE y otra aprobar el FES.
Es imposible terminar con el CAE sin otro mecanismo.
¿Hay conciencia de que al interior del Frente Amplio hay desilusión por cómo partió la promesa del CAE y en qué terminó?
A todos los casos les baja la cuota y en muchos casos les condona totalmente. Y si bien nunca prometimos una condonación total -eso no está en el programa-, si existió esa expectativa. Conversando con las personas, tanto en la política como deudores, se entiende que este esfuerzo es una medida lo suficientemente contundente.
En el plan de gobierno dice “condonaremos la deuda educativa” y “dejará de ser una mochila de deudas”. ¿Dejar correr el discurso de que sería total no es culposo?
La solución es lo suficientemente contundente para hacer un importante avance. Siempre las soluciones a las que llegas tienen que escuchar la opinión y pasar por el Parlamento.
¿Es el FES donde, en educación, el gobierno va a apuntar todas las balas en el tiempo que le queda?
Sin duda, el FES es una prioridad para el gobierno. Dicho esto, el cambio de financiamiento es parte de un proceso mayor de modernización del sistema.
¿En qué está ese proyecto y cómo se concretará?
Son varias medidas, como un segundo proyecto de ley que establece modificaciones que corrigen la institucionalidad de tal manera de permitir trayectorias académicas más flexibles. Hemos convocado un consejo asesor para la formulación de una estrategia. Es un paso importante que puede dar el gobierno del Presidente Boric, un paso sobre los avances que ya se han dado, pero que prefigura un futuro donde la educación superior va a ser más pertinente.
¿Cuál va a ser el legado en educación superior de un gobierno cuyos líderes nacieron en ese mundo?
El proceso de cambios impulsado por la Presidenta Bachelet continúa abierto y el paso que vamos a dar es avanzar en ajustar, corregir y profundizar estas transformaciones con una mirada integral de modernización de la educación superior que se hace cargo de tareas que no son ideológicas, sino tendencias mundiales.
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