Esta tarde sesionó la comisión de Familia de la Cámara de Diputados, e invitó a diversas autoridades del Ministerio de Justicia a exponer sobre los recientes eventos relacionados con el denominado caso Ámbar.
Actualmente el principal sospechoso por la muerte de la menor es la pareja de su madre, Hugo Bustamante, quien permanecía en libertad condicional desde 2016 luego de cumplir en reclusión 11 de los 27 años a los que había sido condenado.
Una de las autoridades que expuso ante la instancia fue el subsecretario de Justicia, Sebastián Valenzuela, en representación del ministro Hernán Larraín. Valenzuela explicó el contexto en el que se otorgan las libertades condicionales en el país, y además entregó cifras relacionadas con la reincidencia de las personas que han sido condenadas.
Al respecto detalló que “cuando uno ve los datos que están disponibles de los últimos años sobre los estudios de reincidencia, y aquí estoy hablando en términos generales, en esos análisis en general hay buenas cifras de reincidencia”.
“Cuando se han decretado mecanismos de liberación anticipada, los porcentajes de reincidencia suelen ser menores que respecto de las personas a las cuales se les exige cumplir el tiempo de cumplimiento completo”, añadió.
Posteriormente, citando un estudio de Fundación Paz Ciudadana y la Universidad de Chile de hace unos años, detalló que uno de los resultados del estudio “arroja una reincidencia bastante alta de la gente que pasa en la cárcel en términos generales. ¿A qué me refiero con una reincidencia alta? Ese estudio llegó a detectar que las personas que salen de la cárcel, si se les hacía un seguimiento por tres años desde que salían de la cárcel, la mitad de ellas volvía a tener una condena nueva”.
Posteriormente sostuvo que “lo interesante es cuando uno comienza a hacer la revisión de las personas que reincidieron y cómo habían salido de la cárcel previamente. Y precisamente las personas que habían cumplido la pena la primera vez en la cárcel de manera completa, el 58% de esas personas egresaba de la cárcel y reincidía”.
“Había un segundo sistema que todavía está, que es el sistema de rebaja de condenas, que en términos muy sencillos descuenta meses por cada año de buena conducta, y quienes salían con la aplicación de este beneficio reincidía un 37%”, sostuvo.
Finalmente, agregó, “quienes salían en libertad condicional, que eran los menos por cierto, reincidían en un 23%. O sea, tenemos un 58% de cumplimiento completo, un 37% quienes salían con una rebaja de condena y un 23% quienes salían en libertad condicional”.
No obstante, advirtió que “esto no lleva a la conclusión que ‘salgan todos en libertad condicional'. Lo que quiere decir es que, en términos generales, a quienes se les está aplicando la libertad condicional estaban reincidiendo menos de los que no se les estaba dando ni la libertad condicional ni las rebajas de condenas, sino que el cumplimiento total”.
“En términos generales las cifras parecen indicar que los público objetivos podrían estar bien enfocados. Pero eso evidentemente no puede ser algo que a todos nos deje tranquilos, porque precisamente el caso que ha convocado esta sesión llama necesariamente a no quedarse obviamente tranquilo”, sentenció Valenzuela.