El sueño de la casa propia sigue siendo una prioridad para muchas familias chilenas. Tal es el caso de José Araya Muñoz (27), a quien informaron, a fines de 2018, que se había convertido en beneficiario del Sistema Integrado de Subsidios (DS01), más conocido como subsidio para la clase media. El técnico en rayos había postulado a comienzos de 2017. "Me dieron un monto de alrededor de $ 11 millones, con lo que pude optar a un crédito hipotecario. Esta será mi casa para toda la vida", cuenta.

Araya es uno de los 261.323 favorecidos con el DS01 entre 2011 y 2018. Sin embargo, hay 87.239 beneficios de esta categoría, equivalentes a 33,3% del total, que todavía no han sido cobrados.

Este fenómeno cruza el panorama de los beneficios habitacionales generados en los últimos nueve años. Según información solicitada por La Tercera al Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), de 1.931.714 subsidios otorgados entre 2011 y 2018, 377.648 no ha sido cobrado, un 19,5% del total.

"Un porcentaje importante de familias no tiene cómo aplicar su subsidio por falta de oferta. Por esto, estamos haciendo modificaciones a nuestros programas habitacionales de manera tal que vinculemos de mejor forma la oferta con la demanda y facilitemos el acceso de más familias a su vivienda definitiva", señaló el ministro Cristián Monckeberg.

Dentro de los principales motivos que explicarían estas cifras, desde ese ministerio mencionan la falta de oferta de viviendas en arriendo para los subsidios centrados en esta modalidad. En el caso de los montos destinados a reparación de inmuebles dañados por catástrofes, ocurre que algunas familias consiguen arreglar sus viviendas antes de recibir el monto. En este último caso, de 282.850 beneficios entregados en el periodo, 250.481 se pagaron.

Los beneficios que otorga el Minvu son los de elección de vivienda, que permite la compra de una casa o departamento de hasta 950 UF (más de $ 26 millones); de Protección Patrimonio Familiar, que facilita la reparación de viviendas dañadas, y el subsidio de arriendo, que desde su puesta en marcha, en 2014, totaliza 44.872 beneficiados.

La mayor cantidad de subsidios corresponde a los de Mejoramiento y Ampliación de Vivienda, a través del Programa de Protección del Patrimonio Familiar.

Estas ayudas tienen un plazo de cobro de 21 meses, con una prórroga automática de 18 meses. Los beneficiados pueden, posteriormente, solicitar otra prórroga adicional de seis meses al Serviu. Por ello, no es posible contrastar la cantidad de subsidios no cobrados en comparación con los otorgados en un mismo año.

No obstante, sí se puede observar que en 2013 se entregó la menor cantidad de subsidios durante los últimos ocho años, en contraste con el 2018, que fue el mayor.

"La evolución de la política habitacional ha permitido hacer más eficientes los procesos de aplicación de los subsidios habitacionales en comparación a años anteriores", señala Monckeberg.

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