En medio de la tradicional ceremonia del Te Deum Ecuménico de las Fiesta Patrias, el arzobispo de Santiago, Celestino Aós –encabezando la liturgia– aprovechó para referirse a diferentes temáticas del acontecer nacional. Con los representantes de los poderes del Estado y autoridades de las Fuerzas Armadas como asistentes de la ceremonia, el religioso hizo un llamado para quienes tengan información de los detenidos desaparecidos.
En medio de sus plegarias el cardenal dijo que “traemos historia de desencuentro, de maltrato, de muerte. La hemos recordado en estos días; y nuestro recuerdo quiere ese compromiso de todos de no recurrir a la violencia, que trae destrucción, barbarie, dolor y muerte”.
En ese sentido, la autoridad eclesiástica emplazó: “Hacen daño quienes ven sufrir a hermanas y hermanos, porque no conocen la verdad acerca de sus familiares detenidos o desaparecidos”.
El comienzo de la liturgia religiosa estuvo cargada por el reconocimiento de la Iglesia Católica a los derechos humanos y la labor de la Vicaría de la Solidaridad desde 1978. Bajo esa misma línea, el cardenal insistió en que “hermanos que tienen informaciones, les pedimos, por el bien de los familiares que sufren y por el bien de ustedes mismos, que compartan esos datos”.
Y agregó que desde la Iglesia: “Estamos disponibles para prestar ese servicio de recibir la información y entregarla anónimamente a las autoridades”.
Defensa de la vida del que está por nacer
El arzobispo Aós también comentó sobre la defensa de la vida del que está por nacer, al respecto dijo que “hagamos de Chile un país de la vida, donde cada ser concebido pueda ser gestado y nazca dignamente, que viva dignamente, que muera de muerte natural, dignamente”.
Y agregó: “Que cada uno pueda nacer, vivir y morir, humanamente, con dignidad”.
El cardenal también hizo un gesto al trabajo del Consejo Constitucional. En medio de la liturgia manifestó que “si cada uno de nosotros copia y tiene en sus cabeceras los Mandamientos de Dios, si cada día examinamos nuestro comportamiento, seremos más felices personalmente y seremos una mejor sociedad, tendremos una Constitución y leyes que reflejen el plan de Dios”.
Casi al final de su alocución, Aós recalcó que “la iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización (…) para que se defienda la vida de los hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepción”. En ese sentido, agregó que “la iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar”.
Las palabras de la autoridad eclesiástica se dan ad portas de la discusión de la enmienda de la protección de la vida que está por nacer, la cual será votada este miércoles en el Consejo Constitucional, cuando el órgano reanude sus funciones.