Tengo una hija que en mayo cumple 4 años. Estando a cargo de un ser vivo tan pequeño, son muchas cosas las que me preocupan. El número 1 en mi lista, por supuesto, es que hay una pandemia allá afuera. Mi segunda preocupación sería que el colegio está cerrado y yo debo trabajar desde la casa. Como tantos otros padres, me he convertido en el meme de la BBC:

Un clásico, ¿no? Pues bien, cada vez que algún amigo o amiga sin hijos, haciendo teletrabajo en estos días, lo comparte en sus redes sociales, yo quisiera responderle:

Hechos mis descargos, iré al grano: es difícil, diría casi imposible, trabajar desde la casa con niños. Sobre todo si son pequeños. ¿Qué termina pasando? Bueno, escribes notas y mandas correos en la mitad de la noche (cof, cof). Por supuesto, dejas los correos programados para que lleguen a las 8.00 de la mañana y todos piensen “oh, qué eficiente, en cuarentena y se levanta temprano a trabajar”.

¿Qué hacer entonces?

Llevamos cuatros días así y creo que todos en la casa (padres, hija y hasta el perro) estamos agotados. Las expectativas son demasiado altas. Que no vean todo el día tele, hacer una rutina familiar, ¡cocinar juntos! Todo esto, por supuesto, entre llamadas con los jefes y compañeros de trabajo que escuchan de fondo “¡Mamá, mamá, quiero pipí!”.

No me mal entiendan. Apoyo todo lo previo. Creo que una rutina es buena para todos. Sin duda voy a tratar de que mi hija vea la menor cantidad de monitos posible. Y no quiero que mi hija se haga pipí esperando que yo la acompañe al baño.

Junto con todo eso, me gustaría poder cumplir con mis obligaciones laborales.

Mi mamá decía que “querer es poder”, pero ahora que yo soy mamá, me doy cuenta que era un vil engaño para empujar mi fuerza de voluntad.

El problema es que no hay fuerza de voluntad que aguante. Si me pusiera a pensar en que esto puede extenderse por varias semanas más, pues bien, tendría que hacerme bolita en un rincón. Así que he decidido seguir el mantra de nuestra reina Elsa: “Let it go”.

No veo más alternativas. Propongo afrontar los siguientes días con sentido de realidad. Hacer lo mejor que se pueda, pero no estresarse de más. Aprovechar esta compleja y forzada situación para pasar tiempo con los peques y... relajarse no más. ¿Los jefes? Apelar a su comprensión y paciencia.

Considerando todo lo anterior, mi humilde aporte de hoy a nuestra nueva sección En Casa, es un compendio de guías, libros y actividades para poder entretener(los-nos) en estos días de Coronavirus. Porque es importante recordarlo: si pueden quedarse en casa, háganlo. Cuidándose ustedes, están también cuidando a muchos más.

Que la fuerza nos acompañe, padres del mundo. Y no lo olviden:

¿Les gustaría que fuera actualizando este posteo? Recibiré feliz sus aportes, así como ideas y dudas para temas que podamos incluir en nuestra sección En Casa. Pueden enviarlas a mi correo: tania.opazo@latercera.com.