Juan Javier González Farfán (39) salió de su casa en el sector Belloto Sur en Villa Alemana, a las 20 horas del 13 de enero, a trabaja como colectivero entre las comunas de Quilpué, Viña del Mar y Valparaíso. Una hora y media más tarde, el hombre realizó su última llamada y desde entonces no se supo nada más de él. Ante la inusual demora en regresar a casa, y al no lograr contactarlo nuevamente, su familia presentó una denuncia por presunta desgracia.
Los primeros antecedentes hicieron que su familia y las policías comenzaran a hablar de un secuestro, algo que ya ha sido ratificado por el Ministerio Público. Solo en enero de 2022, la Policía de Investigaciones (PDI) recibió 41 órdenes de investigar por presunta retención de personas, algo que contrasta con los años anteriores. El 2019, la PDI investigó 160 casos por este delito. Al año siguiente, esa cifra fue 163 y el 2021 la cantidad de casos volvió a ser 160, algo que desde la policía civil califican como un “promedio estándar” y habitual en las temporadas estivales.
Al igual que el caso del colectivero desaparecido en Valparaíso, otros casos han acaparado las páginas policiales durante lo que va del año. Recientemente se logró encontrar el cuerpo de Pedro Carrión, quien había desaparecido el 3 de enero tras ser secuestrado y asesinado.
Para el jefe de la BIPE Metropolitana, el aumento de los casos durante esta temporada no es algo anormal. Pardo explica que la “curva de casos” tiende a disminuir más cerca de los meses de junio, julio. “Los casos de secuestro obviamente las cifras van variando durante el año, por ejemplo, en junio-julio que empiezan a disminuir los casos y hay otras temporadas ya donde se acerca a fin de año y aumentan los casos”, explica.
Aquello se vincularía, principalmente, por motivos económicos, sostiene el oficial. El aumento del consumo debido a la temporada estival y fechas significativas de la temporada provocan “una necesidad económica de los delincuentes que cometen este delito”, señala. A pesar de eso, el motivo principal de los secuestros en Chile está relacionado con el narcotráfico.
En datos de la policía, el 60% de los ingresos para investigar se descartan como ese delito y el otro 40% logra configurarse como secuestro. “Hay veces que son hechos que corresponden a otro delito o generalmente son hechos inventados por una supuesta víctima para justificar otros hechos”, asegura el jefe de la Brigada de Operaciones Especiales Metropolitana (BIPE), subprefecto Juan Pablo Pardo, y agrega que las cifras se mueven dentro del promedio estándar de secuestros en Chile.
Detenciones y participación de extranjeros
La Fiscalía de Viña del Mar ha logrado acreditar que la noche de ese 13 de enero, y mientras el colectivero realizaba su recorrido habitual, fue abordado por Daniel Silva Huerta, más conocido como “El Dani”, quien lo obligó a manejar hasta el sector alto de Playa Ancha.
En ese lugar “El Dani”, un adolescente y Óscar Cantillo López, “El Cojo”, ingresaron hasta una casa al colectivero, lugar donde robaron sus pertenencias, agredieron y amenazaron con un fusil, según ha logrado acreditar la fiscalía. El 4 de febrero, la PDI detuvo a los primeros autores del secuestro y desaparición de González, y cuatro días después caería el segundo sospechoso.
En lo que va del 2022, la PDI ha logrado la detención de 13 personas como autores del delito de secuestro. En esa misma condición, el 2020 se arrestó a 59 implicados, un año después esa cifra sube a 87 personas. El subprefecto Pardo sostiene que aquello se debe a un cambio en la cantidad de autores de estos hechos; los que antes solían ser ejecutados por dos personas, hoy se realizan por bandas.
A comienzos de este año, además, en el norte del país impactó la historia del secuestro y homicidio de Nelson Murúa Páez (67), en Iquique. Según pudo determinar el ente persecutor, tres ciudadanos venezolanos fueron quienes extorsionaron a la familia de Murúa y finalmente lo mataron.
Esos tres involucrados son los únicos extranjeros, según los datos de la policía, que han sido detenidos por secuestro en Chile durante el 2022. Los años anteriores también muestran una baja participación de inmigrantes en este tipo de delito. De los 89 detenidos el 2021, 6 no eran chilenos.
El subprefecto descarta que exista una vinculación entre los secuestros y el aumento de la migración, al menos, según las estadísticas policiales. Lo que sí sostiene es el tipo de violencia con la que actúan los sujetos extranjeros en estos casos: “Cuando nosotros logramos recuperar a la víctima, hemos visto que tiene lesiones mucho más graves que cuando actúa una persona de nacionalidad chilena”.
Pese a existir detenidos, hasta el cierre de esta edición no se ha lograda dar con el paradero de Juan González.