Temporal registra cuatro fallecidos y más de 42 mil aislados: Boric promete ajustes y cambio de prioridades
Según el último reporte de Senapred, el Maule sigue siendo una de las regiones más afectadas, con más de 40 mil personas aisladas y y casi 25 mil damnificados. Pero las precipitaciones debieran continuar este miércoles, y si se cumple el pronóstico meteorológico, Santiago podría protagonizar el invierno más lluvioso de los últimos 15 años.
Al menos cuatro personas han fallecido producto del sistema frontal que afecta a la zona centro-sur del país.
Según los últimos datos entregados por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), las intensas precipitaciones y el desborde de ríos y canales en las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío han cobrado la vida de cuatro personas, 24.922 damnificados, 1.228 albergados, 32.728 personas evacuadas y 42.280 aislados. A esto se suman 2.787 viviendas con daño mayor, 24 viviendas completamente destruidas y 18.708 con algún daño menor. Todas cifras que, dadas las condiciones meteorológicas, cambian cada hora.
Una de las regiones que se han visto mayormente afectadas por la intensidad del sistema frontal ha sido el Maule, sector que ha mantenido alerta roja por desbordes dentro de las comunas de Longaví, Retiro, Linares, San Clemente, Curepto, Hualañé, Teno, Sagrada Familia, Rauco, Constitución, Maule, Pencahue, San Javier y Licantén.
Esta última comuna se ha visto fuertemente afectada durante estos días, sobre todo luego de que la ministra Tohá informara que este martes el 50% del sector quedó bajo el agua por el desborde del río Mataquito. Una situación que se había repetido hace solo un mes y medio, cuando en junio la comuna enfrentó inundaciones de calles, interrupciones de los servicios de energía eléctrica y agua y cortes de caminos debido a otro sistema frontal. Mientras que en Constitución, tres cuadras cercanas al borde del río debieron ser evacuadas y 105 caminos y puentes se vieron afectados. Solo en Maule ya se contabilizan 3.199 damnificados, 333 albergados, 31.722 aislados y 24.792 personas evacuadas.
Otra de las preocupaciones del gobierno es el aumento del caudal del Biobío, que mantiene a 1.523 personas aisladas. Por otro lado, en Ñuble, particularmente en Cobquecura, Coelemu, Coihueco y San Fabián, se registraron cientos de aislados, cortes de luz y agua.
El Ministerio de Obras Públicas (MOP) también informó sobre la afectación de caminos y puentes. Hasta el mediodía de este martes, la cartera contabilizaba 200 cortes de caminos, principalmente en sectores precordilleranos, además de ocho puentes. “Algunos son puentes emblemáticos, como el puente Tres Arcos de Linares, que dejó aisladas a unas 10 mil personas (...)”, explicó la titular del MOP, Jessica López. Asimismo, la ministra Tohá afirmó que 439 infraestructuras públicas bajo tuición del ministerio tuvieron daños. Se trata de caminos, autopistas, aguas potables rurales, plantas sanitarias y otros que, según la autoridad, han dejado un daño mayor al que provocaron las lluvias de junio.
En cuanto a la facilitación de los recursos para las regiones afectadas, este martes el Presidente Gabriel Boric decretó estado de emergencia agrícola en 117 comunas de las regiones de O´Higgins, Ñuble, Maule y Biobío. Este mecanismo busca que la entrega de ayuda para enfrentar el sistema frontal sea más ágil y oportuna y se complementa con la que se encuentra vigente y que responde al evento de junio pasado (ver nota en Pulso).
El mismo Boric, mientras estuvo en Curicó y antes de viajar a Santiago, señaló que “sabemos que la emergencia es muy grande. Acá no se va a solucionar todo de la noche a la mañana, pero vamos a dar lo mejor de nosotros para ayudar a todos los que lo necesitan y eso implica, por cierto, reacomodar las prioridades y poner todos los recursos a disposición de quienes están sufriendo hoy día”.
“En este momento lo prioritario es atender la emergencia, tuvimos desgraciadamente un tercer fallecido durante la madrugada, ahora estamos preocupados de salvar vidas humanas y después vamos a ver lo material y lo productivo. Eso va a significar revisar prioridades, cambiar presupuestos, hacer ajustes en otras partes que van a ser dolorosos para algunos sectores, pero acá tenemos puentes que se han caído, tenemos cosechas que se han perdido completamente, tenemos casas que van a quedar completamente anegadas y, por lo tanto, ese proceso de reconstrucción implica cambiar prioridades y el gobierno tiene que tener la flexibilidad para poder moverse en esto”, añadió el Mandatario.
Centros de salud y suspensión de clases
En cuanto al último balance de los centros de salud, la ministra del Interior afirmó que desde la noche de este lunes se ha visto un “incremento bastante importante” en la afectación. Si en un comienzo se contabilizaron tres, a primera hora del martes la cifra ascendió a 17 (dos en la región de O’Higgins y 15 en Maule). “Hay postas rurales, dos Cesfam y está el Hospital de Constitución”, detalló la secretaria de Estado. Este último fue evacuado preventivamente antes de las inundaciones que afectaron a la ciudad y los pacientes dados de alta o derivados a otros centros.
El último reporte del Mineduc señala que este martes hubo suspensión total de clases en establecimientos municipales y de Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) en 72 comunas de las regiones de O’Higgins (29), Maule (29), Ñuble (8), Biobío (5) y Metropolitana (1).
Asimismo, en otras 33 comunas del país (cuatro en la Metropolitana, dos en O’Higgins, 11 en Maule, tres en Ñuble y 13 en el Biobío) hubo suspensión parcial de clases, es decir, que en algún establecimiento público no se realizaron actividades por diversas razones. Hasta el cierre de esta edición aún no se oficializaba si es que se mantendría la medida, aunque conocedores de la situación daban por descontado que en las comunas del Maule y de O’Higgins así sería.
En total, 357 establecimientos reportaron algún daño -filtraciones, goteras o techos, entre otros- y 10 de ellos tienen un daño mayor, encontrándose siete en la Región de O’Higgins. Mientras que hay 24 recintos educativos habilitados como albergues: nueve en el Maule, siete en O’Higgins, seis en el Ñuble y dos en la RM. Además, 68 mil estudiantes enfrentan la suspensión de clases.
¿Invierno más lluvioso en 15 años?
En paralelo al panorama que se vive a nivel regional, los ojos también han estado puestos sobre la Región Metropolitana. Este martes el sistema de alerta del gobierno volvió a decretar alerta amarilla para la zona debido al pronóstico de fuertes lluvias y vientos que, de concretarse (la Dirección Meteorológica de Chile estima entre 30 y 50 mm, mientras que otros portales especializados hablan hasta de 100 mm), convertirían a este invierno en uno de los más lluviosos de los últimos años.
“Para que la gente tenga una idea, en un año normal en Santiago llueve 200 milímetros. El año pasado llovió 140. Si se cumple el pronóstico, en un día va a llover lo que se pronostica en un año”, afirmó este martes el gobernador de la RM, Claudio Orrego. Y añadió: “Se está haciendo todo lo que se puede hacer de manera preventiva. Es de esperar que la ciudad funcione, pero insisto, ni la ciudad ni nosotros estamos acostumbrados a la lluvia y mucho menos a 50, 60 milímetros y para qué decir 90 en un día”.
El último gran temporal invernal que vivió Santiago fue en agosto de 2015, cuando cayó en la ciudad más de 100 mm de precipitaciones, según sostuvo el climatólogo de la Universidad de Santiago, Raúl Cordero. Esta situación podría repetirse, e incluso empeorar, pues el pronóstico incluye fuertes vientos de hasta 13 km/h; mínimas de 4° y 5° y más de 50 mm de lluvia.
Entre los problemas que acarrea el temporal, el gobernador Orrego aseguró que parte importante de su preocupación es el riesgo de un eventual corte del suministro de agua potable en Santiago. No obstante, comentó que en este pronóstico la isoterma 0 va a estar baja, lo que es una buena noticia. Aun así, declaró no estar seguro de lo que ocurra con el río Mapocho, pero que la gobernación ha tomado acciones preventivas como la adquisición de 25 motobombas capaces de extraer 1.600 litros por minuto y que también pueden remover el barro.
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