La temida temporada de contaminación se inició esta semana en las ciudades del sur del país, según registran las estaciones de monitoreo de calidad de aire del Ministerio del Medio Ambiente.

Sin embargo, lo que más preocupa a los expertos no es este inicio en sí mismo, que ya es una rutina de todos los años, sino que la condición se da en urbes que poseen gran número de contagios por Covid-19, por lo que incluso algunos de sus sectores están en cuarentena para evitar la expansión del virus.

Temuco, por ejemplo, en la Región de La Araucanía, registró el martes una alerta ambiental por la presencia de material particulado fino (MP 2,5) durante cuatro horas. Actualmente, en La Araucanía hay 826 casos confirmados de coronavirus.

Paula Castillo, coordinadora de la Gestión de Episodios de la seremi de Medio Ambiente de La Araucanía, dijo que se constató una alerta ayer, debido a una mala ventilación en la cuenca y a que las bajas temperaturas “llevan a que la comunidad encienda los artefactos a leña, lo que genera más emisiones”.

En tanto, el lunes los índices llegaron a preemergencia en Osorno, Región de Los Lagos. En esa ciudad se presentó un “tren de contaminación” que se inició el lunes, a las 20 horas, y se prolongó hasta ayer martes, con niveles que descendieron durante la tarde, pero que ya suma dos episodios de preemergencia constatados.

Puerto Montt, en tanto, también registró una alerta ambiental por mala calidad de aire, aunque esa comuna no tiene plan de descontaminación. En Osorno, el Minsal registra hasta este momento 245 casos confirmados de Covid-19.

Condiciones de ventilación

El secretario regional ministerial de Medio Ambiente de Los Lagos, Klaus Kosiel, señala que la situación se produjo debido a un cambio en las condiciones de ventilación y a que “en los hogares hubo mayor uso de los equipos a leña, sobre todo en Osorno, pues las personas están en cuarentena”.

Plantea que habitualmente los habitantes de esa ciudad tienen los equipos de calefacción encendidos por la noche hasta las 21 horas, pero que ahora los mantienen operando durante el día, lo que hace subir las emisiones en la cuenca.

¿Cuál es la situación de calidad de aire en Santiago? Hasta ahora no se han registrado episodios e incluso el seremi de medio ambiente de la Región Metropolitana, Diego Riveaux, advierte que se han observado niveles más bajos de emisiones que el año pasado en la misma fecha.

Uno de los ejes del Plan de Descontaminación de la Región Metropolitana es la aplicación de la restricción vehicular diaria a dos dígitos de automóviles catalíticos, aunque aún no está claro si esa disposición estará vigente este invierno.

“Hay una alerta sanitaria vigente por el coronavirus, por lo que el Ministerio de Salud podría tomar medidas adicionales o modificar algunas (...) Lo que el Ministerio de Medio Ambiente recomienda es que los planes de descontaminación se mantengan en el mismo estado y no flexibilizar las medidas”, añade Riveaux.

La cartera del ministro Jaime Mañalich podría zanjar esta discusión. La restricción de vehículos con convertidor catalítico -anteriores a 2011- debería comenzar el 1 de mayo y prolongarse hasta agosto.

Planes de descontaminación

Marcelo Fernández, jefe de la Dvisión de Calidad de Aire del Ministerio de Medio Ambiente, explica que “a mayores niveles de Material Particulado 2,5, se observará un mayor impacto de enfermedades respiratorias y esto no escapa al Covid-19.

Esa es la principal razón por la que se promueve la reducción de los niveles de contaminación urbana, a nivel mundial”.

Por ello, aclara que en las ciudades se han implementado planes de descontaminación, como en Santiago, el valle de O’Higgins, Curicó, Talca, Linares, el Gran Concepción, Chillán, Los Angeles, Temuco, Valdivia, Osorno y Coyhaique.

En esas urbes, rigen medidas cuando se presentan episodios críticos (como usar una menor cantidad de calefactores) y, durante el año, hay un plan de recambio de calefactores. El año pasado se entregaron 13 mil equipos con tecnología limpia.

Con todo, el Ministerio de Medio Ambiente informó que en la capital, los primeros meses de este año no se pronostican precipitaciones y habrá bajas temperaturas, lo que favorece la ocurrencia de episodios críticos.

Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, aclara que las concentraciones de esmog “agravan cualquier cuadro respiratorio, incluyendo el Covid-19. El problema es que en las regiones donde se da esta situación de mala calidad de aire, la infraestructura sanitaria está menos desarrollada, con menos ventiladores y camas; entonces la situación es más delicada”.