“Tenemos una crisis de seguridad, pero por sobre todo una crisis humanitaria”, afirmó el gobernador de La Araucanía

Como una “crisis humanitaria” calificó el gobernador de La Araucanía, Luciano Rivas, la situación en la Macrozona Sur producto del denominado conflicto mapuche, con un saldo de pérdidas humanas y bienes por la violencia rural, sumado a la incertidumbre por el actual momento político que vive el país.

“Estamos con un gobierno nuevo ad portas de un proceso constituyente importante, que trae ciertamente incertidumbre desde el punto de vista de la inversión y a nivel regional, es conocido lo que pasa”, sostuvo Rivas en el marco de su participación en el Encuentro Empresarial de la Araucanía (ENELA).

“Muchos tratan de hablar de que tenemos una crisis que es sólo política, yo lo que aquí he planteado es que tenemos una crisis de seguridad, pero por sobre todo una crisis humanitaria. Cuando tenemos más de 50 vidas que se han perdido los últimos años, solamente este año llevamos 14 personas fallecidas y asesinadas por este nivel de violencia que tenemos. Acá estamos claramente, ante una crisis que nos golpea demasiado como región”, sostuvo el gobernador.

Por su parte, el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) Juan Sutil sostuvo que “aquí hay un problema severo de seguridad, hay un problema severo político, un problema severo de falta de reconocimiento a los pueblos originarios”.

Sutil afirmó que “hay un problema de incumplimiento de promesas desde el retorno a la democracia. Hay un problema de no haber avanzado en temas de seguridad; este es un problema multidimensional dónde además, hemos tenido que lamentar y tener el dolor de muchos fallecidos que son mártires de esto”.

El encuentro del empresariado de la región se mantuvo suspendido por dos años producto de la pandemia.

El evento se desarrolló en un céntrico hotel de Temuco, mientras en las cercanías se produjeron manifestaciones en protesta por la presencia de Sutil, por un proyecto frutícola que el líder empresarial mantiene en la zona de Galvarino y que es resistido por grupos mapuche.