Náuseas, cefaleas, dolores abdominales, vómitos y adormecimiento de extremidades, son los síntomas que han vivido parte de los habitantes de Quintero y Puchuncaví, la denominada "Zona de Sacrificio", durante las últimas semanas. Y según el informe de la Seremi de Salud de Valparaíso, los casos siguen en aumento: hasta ayer se contabilizaban 973 personas intoxicadas y un total de 1.208 consultas de urgencia registradas desde el primer evento de contaminación, el 21 de agosto.
De acuerdo al recuento, la mayor cantidad de afectados son hasta ahora menores de 19 años, (551) quienes concentran el 56,6% de los pacientes que han requerido atención de emergencia. De este grupo, más de la mitad corresponde a niños de 14 años y menos.
Con respecto al género, también hay diferencias significativas: el total de mujeres intoxicadas es de 626, equivalente al 71,7%, lejos de los 247 hombres intoxicados, quienes son el 28,3% restante.
La diferencia entre el total de consultas y las personas intoxicadas se explica porque un grupo ha sufrido más de una vez el efecto de los gases tóxicos. De acuerdo al informe de la Seremi, 112 habitantes de Quintero y Puchuncaví han sido atendidas en dos ocasiones y otras 26 han debido asistir tres veces a urgencia. Además, hay casos más dramáticos: dos personas han requerido ser atendidas en siete ocasiones por el personal médico.
En tanto, respecto a la gravedad de los cuadros que presentaron los pacientes, la seremi de Salud destaca que una contundente mayoría se ha manejado en forma ambulatoria, pues solo 16 pacientes debieron ser hospitalizados. En cuanto a la complejidad, se registran cinco personas que han padecido síntomas neurológicos.
Además, el análisis de los pacientes que han sido atendidos en 11 centros de salud de la región por síntomas atribuibles a intoxicación, revela cuatro episodios principales de contaminación, en los días 21 y 23 de agosto y el 4 y 24 de septiembre.
No descartan ampliar medida
El Seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, entregó un balance ayer de sobre los efectos de las restricciones aplicadas a ocho empresas del cordón industrial, tendientes a reducir las emisiones de dióxido de azufre y de compuestos orgánicos volátiles. Se trata de Codelco Ventanas, AES Gener, Oxiquim, Copec, Gasmar, Enap Quintero, Enex y GNL Quintero, firmas que fueron ayer fiscalizadas por la autoridad sanitaria, para verificar el cumplimiento de las restricciones, aplicadas en el marco de la alerta sanitaria vigente en la zona.
"Los sistemas de monitoreo que están actualmente vigentes en la zona, efectivamente informaron que había una disminución de dióxido de azufre, principalmente. La reducción es de aproximadamente un 20%. En cuanto a los compuestos orgánicos volátiles, no tenemos un sistema de monitoreo continuo que nos permita valorar. Sin embargo, hay dos sistemas que evalúan hidrocarburos, y se ha evaluado que no exceden el basal en la zona", sostuvo Álvarez.
Las medidas adoptadas, sin embargo, no evitaron nuevas consultas. Un total de 86 pacientes había llegado hasta la tarde de ayer al Hospital de Quintero con síntomas de intoxicación. "Ninguna persona está hospitalizada o con síntomas neurológicos. Respecto a la causa que produjo esta sintomatología, está bajo investigación por los expertos desplegados en la zona", añadió la autoridad, quien, respecto de la efectividad de la paralización de faenas, dijo que "son más de 17 empresas en la zona y aplicamos prohibición de faenas a ocho. Eso nos permite ir confirmando o descartando las posibles fuentes emisoras que puedan estar asociadas a estos casos que tienen sintomatología compatible con intoxicación".
"Mientras no nos entreguen los planes operacionales, se va a extender por 48 horas más la prohibición de faenas de estas empresas", agregó.
La autoridad, no descartó que más empresas se sumen a la prohibición de faenas: "Vamos a tomar todas las medidas, ya que el decreto de alerta sanitaria nos faculta para hacer todo lo necesario".
Para los afectados y sus familiares, las visitas al Hospital de Quintero se han vuelto recurrentes. Daniela Ojeda cuenta: "Vine la semana pasada, porque me sentí mal, con mareos y dolor de cabeza. Hoy me pasó de nuevo y no quiero volver a recaer".
Marcela Vásquez asistió ayer por segunda vez al centro asistencial con síntomas de intoxicación. "No siento las piernas. Sinceramente, ya no sabemos qué hacer, quiero que nos ayuden porque esto no puede seguir pasando. Es desesperante y sentimos impotencia, porque no nos dan respuestas. Los niños se enferman y nadie hace nada", señaló.
La hija de Andrea Cárcamo también sintió los efectos de la contaminación ayer. Según su madre, es la tercera vez que tiene que llevarla: "Nos dan remedios que no sirven. Mi hija de 14 años consultó el otro día, le dieron medicamentos y sigue con los mismos síntomas, dolor de cabeza, náuseas. Esto no ha mejorado, mi hija ha consultado tres veces y sigue empeorando, entonces a la larga ¿para qué sirve? Para tener el certificado médico para el colegio, pero nada más".
Ayer, en tanto, de acuerdo a lo dispuesto por el fiscal nacional, Jorge Abbott, Ana María Aldana, fiscal adjunta de Talcahuano, se trasladará a Valparaíso para integrar el trabajo del Mauricio Dunner, fiscal jefe de Quintero. En principio, Aldana -quien tiene trayectoria en la persecución de delitos de índole medioambiental- estará por tres semanas en la zona, a contar de la primera semana de octubre.