Una avioneta que volaba con cinco tripulantes se estrelló hoy en el aeródromo de Tirúa, en la Región del Bío Bío, cuando intentaba aterrizar.

La aeronave provenía desde Isla Mocha y se investigan las causas de su caída. De hecho, la Fiscalía del Bío Bío solicitó que peritos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) indaguen las circunstancias en que el avión capotó.

Los tripulantes fueron trasladados hasta un Cesfam en la comuna de Cañete. De ellos, una persona se mantiene con diagnóstico reservado por las lesiones sufridas, informó el Ministerio Público.

El seremi de transporte de la Región de Bío Bío, Jaime Aravena, señaló en Canal 13: “Primero lamentar este accidente, nos preocupa la integridad física de las personas. Sobre la causa del accidente se debe pronunciar la Dirección Aeronáutica Civil. Este es un avión subsidiado por el Ministerio de Transportes, por lo tanto queremos dar tranquilidad a las familias de que desde gobierno estamos preocupados por la salud de las personas”.

En horas de la tarde, la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, se expresó que tanto la autorización de la nave, como la investigación posterior, corresponden a la DGAC.

“Lamentamos esta situación del accidente. Estamos recién recogiendo antecedentes porque pasó hace muy poco. Como en cualquier caso de este tipo, es la autoridad aeronáutica (DGAC) la que debe hacer la investigación de las causas. A nosotros nos importa mucho recoger ese informa, ya que también es la autoridad aeronáutica la que autoriza la operación de estas naves”, dijo confirmando que se trata de un servicio licitado por el ministerio.

“Las medidas de seguridad no las determina el ministerio, las determina la DGAC. Para hacer nosotros la licitación, pusimos las especificaciones validadas por la DGAC. Antes de adjudicar, ellos mismos revisaron y tenemos dos informes que validan que la nave tiene las características adecuadas. Ahora, corresponde la investigación adecuada para determinar las causas”, añadió la ministra Hutt.