El sacerdote Tito Rivera leyó esta mañana una declaración de prensa, para aclarar sus dichos en una entrevista que fue sumamente cuestionada por sus pares y líderes religiosos. Esto, luego de que se conociera denuncias en su contra de abusos sexuales y violación al interior de la Catedral Metropolitana.
"Como ha llevado su denuncia el señor Rojas, me parece un montaje, parece gozar con las fantasías sexuales que relata (...) siendo dependencia privada (Catedral de Santiago) no había podido estar allí ni observar lo que sucedía al interior, nunca imaginé que ayudarlo con la mejor de mis intenciones iba a servir para crear esta tremenda maquinación".
Daniel Rojas asegura que le solicitó ayuda al religioso, para el tratamiento de su hija enferma. En ese momento, precisa que Rivera le dio un vaso con agua y que tras ingerirlo se desmayó, y posteriormente fue violado por el sacerdote.
"Existe una realidad de pecado que se vive al interior de la Iglesia, y no reconocerlo es taparse los ojos con ambas manos, el pecado tiene la fuerza de hacernos caer cuando menos lo pensamos", leyó el sacerdote en su declaración, que pronto podría dejar de serlo, ya que la semana pasada le pidió la dimisión del sacerdocio el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien envió la solicitud con celeridad a la Santa Sede.
En cuanto a su frase de que en la Iglesia el 50% de los sacerdotes era homosexual, Rivera indicó que "todo me da el respaldo de que existe un número considerable de homosexualidad de la que formo parte, y yo me refería al círculo en el que me he movido y de mí mismo".