El sacerdote Tito Rivera fue formalizado esta mañana en el Centro de Justicia por el delito de abuso sexual, tras ser denunciado por un hombre mayor de edad, que lo acusa de haberlo violado al interior de la Catedral Metropolitana.

El tribunal determinó las medidas cautelares de arraigo nacional y arresto domiciliario nocturno, por los cinco meses que dure la investigación.

Rivera pidió su dimisión del estado clerical, petición que fue enviada con celeridad al Arzobispado.

El aún religioso, en una entrevista, negó el delito, pero sí reconoció haber tenido conductas homosexuales y denunció que las acusaciones contra él responden a un montaje para sacar dinero.

Previo a la formalización el fiscal Sergio Moya expresó que él tuvo "una reunión con su abogada defensora esta semana considerando el tenor, los antecedentes que aportó que para nosotros es una colaboración. Hemos acordado medidas cautelares".

Explicó que "tiene la condición de irreprochable conducta anterior y de colaboración".

Sobre este último punto, "aportó antecedentes relevantes respecto de los hechos que se le imputan a él y de hechos que no lo involucran a él (...) con la comisión de delitos como encubrimiento", puntualizó.