Este fin de semana retornó la cuarentena total a la Región Metropolitana, luego de que el sábado comenzara a regir esta medida sobre las últimas 11 comunas que no estaban confinadas, entre ellas, Las Condes, Ñuñoa, Providencia, Recoleta, Huechuraba y La Reina.
Pero hay otras comunas de la región que han estado en cuarentena desde marzo, hace más de 80 días, y en ellas el encierro parece no haber tenido efecto. De hecho, en todas ellas los casos activos (enfermos en fase de contagio) han aumentado en estos meses.
Ese es el caso de El Bosque, La Florida, Lo Prado, Padre Hurtado, Quinta Normal, Renca y San Miguel, todas en cuarentena desde el 18 de marzo. En esa fecha, en conjunto tenían 2.719 casos activos. Según el último informe epidemiológico, del 11 de junio, ahora tienen 5.055 casos, 86% más que al empezar la medida.
La Cisterna, San Ramón y Calera de Tango han estado en cuarentena desde el 20 de marzo, hace 85 días, y cuando les fue decretado el encierro tenían, entre las tres, 522 casos activos. Hoy tienen 830, 59% más que cuando iniciaron el confinamiento.
La misma situación se repite en todas las comunas de la capital con cuarentenas extensas. En Puente Alto, donde llevan 80 días en cuarentena, los casos activos aumentaron de 1.491 en marzo a 2.282 casos ahora. En Peñalolén pasaron de 725 a 1.277, y en San Bernardo aumentaron de 685 a 1.120 en estos 80 días (ver infografía).
Curiosamente, las comunas que sí han logrado reducir en algo los contagios, son las que llevan menos tiempo encerradas, como Isla de Maipo y Lo Barnechea, que llevan apenas 10 días de cuarentena. En esta última, los casos activos bajaron de 412 a 325.
Para las autoridades locales, las cifras demuestran que hoy la cuarentena no está teniendo la efectividad que se espera. Maximiliano Ríos, alcalde de Lo Prado, dice que en su comuna la medida en la práctica no se ha cumplido, pues la gente sigue saliendo.
“Las cuarentenas dinámicas son totalmente ineficientes. Aquí no ha habido nunca cuarentena, se entregan permisos de forma indiscriminada, la fiscalización de la seremi de Salud ha sido baja y eso ha alentado a que los contagios avancen”, advierte.
¿Qué hacer para frenar los contagios? Ríos cree que la apuesta debe ser acelerar el proceso de vacunación, entregando recursos a los municipios para inmunizar rápidamente a la población.
“El Gobierno llegó tarde con los mínimos comunes y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Imagino que la apuesta del Gobierno es aplicar la cuarentena total en la RM y aumentar un poco la fiscalización, a propósito de que la ayuda está por llegar. Eventualmente, podría funcionar una cuarentena total”, agrega.
Francisco Gómez, alcalde de El Monte, dice que su población “está agotada de la cuarentena, que lleva tres meses. Creo que hay que buscar otras alternativas. Tampoco estoy de acuerdo con el Pase de Movilidad, que no se debería aplicar antes de septiembre. Son errores que se han cometido, pero no veo tampoco una receta mágica”.
El edil plantea que la gente le perdió el respeto a la medida, y que tampoco existe fiscalización. “También hay una presión de personas que, por razones sociales y económicas, tienen que salir de su casa y se hace difícil cumplir las medidas”, dice.
A su juicio, es necesario apelar al autocuidado de la población “y que cada persona ponga de su parte para poder avanzar. También es necesario que los jóvenes se vacunen para alcanzar en algún momento la inmunidad de rebaño”.
Una medida necesaria
Pese a que la cuarentena no tiene el efecto esperado, los expertos afirman que sigue siendo una de las mejores medidas para detener la difusión del virus por la ciudad.
Carlos Pérez, decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián e infectólogo de la Clínica Universidad de los Andes, dice que las cuarentenas “siguen siendo lo mejor de que disponemos en este momento”.
“Esta no solo significa limitar la movilidad de las personas, sino que también cerrar lugares donde la gente puede reunirse y donde ocurren estos contagios entre personas que están ahí sin protección”, plantea.
“Dado el altísimo número de casos activos que tenemos en la RM y la altísima ocupación de camas críticas y ventiladores mecánicos, no veo otra medida, además de seguir insistiendo en la responsabilidad personal y las medidas de autocuidado”, agrega.