Entre constantes diálogos, algunos amigables y otros no tanto, en el frontis de la Casa Central de la Universidad Católica, comenzó hoy el segundo día de la llamada toma feminista. Por un lado estaban quienes apoyaban la manifestación. Por otro, quienes la rechazaban por ser supuestamente antidemocrática. Polaridad que anoche se tensionó, al registarse incidentes entre el movimiento de protesta y los alumnos que se oponen.

Durante la mañana, llegó hasta el emblemático campus de la UC el rector de la casa de estudios, Ignacio Sánchez. Allí sostuvo una reunión, junto a otras autoridades de la universidad, con las voceras del movimiento feminista que lideran la toma, en una instancia que duró cerca de cuatro horas.

Según aseguró el rector Sánchez, los representantes de la universidad escucharon los planteamientos de las manifestantes, quienes en su petitorio de 18 puntos solicitan, entre otras cosas, un nuevo protocolo ante casos de abuso sexual, la suspensión y desvinculación de cualquiera que incurra en estos actos, uso de lenguaje inclusivo y que la red de salud UC Christus no sea objetora de conciencia en materia de aborto.

Sánchez aseguró que la respuesta de la universidad fue que instalarían mesas de trabajo para avanzar en lo solicitado en el petitorio, y que durante este fin de semana no habrá ni desalojos ni sumarios. Condiciones que, sin embargo, podrían cambiar a partir del día lunes.

"Hemos pedido que la toma se entregue a la brevedad, ojalá hoy (ayer) o mañana (hoy). No nos han podido dar una confirmación de eso, porque tienen que verlo en asamblea. Les hemos dado seguridad de que no va a haber sumarios, ni hoy ni mañana (ayer y anteayer). Hemos dado seguridad también de que durante este fin de semana no habrá ninguna posibilidad de solicitar el desalojo. Pero al mismo tiempo he sido enfático en decir que si esto se prolonga no puedo seguir dando estas seguridades a partir del día lunes", expresó el rector Sánchez.

Altercados

Una de las participantes de la toma, Ana Padilla, aseguró que "no se trata de una toma antidemocrática". Mientras, un grupo de 1.031 estudiantes de la UC firmó una carta criticando la toma y solicitando eventuales sumarios para quienes han participado en ella, además de "seguridad" para los estudiantes que quieren evitar "la toma completa" de la casa central.

Durante esta noche se registraron algunos incidentes y pasadas las 22.00 horas, las voceras de la movilización leyeron un comunicado donde aseguraron que la toma se mantendrá en forma indefinida.