"Esto es tan extraño para mí como para todos ustedes", afirmaba este viernes, en el frontis de la ex Posta Central, Gerardo Ramos, ciudadano venezolano y amigo de Magaly Valles Brito (48), una de las víctimas del atentado explosivo registrado a las 11.45 horas en un paradero del Transantiago, en la comuna de Providencia.

Al momento del incidente, ella se encontraba con su pareja, Rolando Torres Parra (48), nacido en Venezuela y nacionalizado chileno, quien también resultó lesionado. Según contó su hija mayor, Hannah Torres, ambos venían del Ministerio de Educación, donde realizaron trámites por su otra hija.

"Encontraron un sobre en el piso y mi mamá le dijo a mi papá: 'colócalo en el asiento, para que la persona que lo dejó ahí lo busque'. Y me dijo que explotó", señaló la joven a 24 Horas.

Los familiares y amigos, que en su mayoría se enteraron por la televisión, concurrieron al segundo piso del recinto médico, donde Magaly se encontraba en recuperación tras ser intervenida a causa de sus heridas.

Según detalló el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, este procedimiento fue para "retirar el cuerpo extraño y hacer aseo quirúrgico". Además, indicó que la paciente se encuentra "con pronóstico grave, pero sin riesgo vital". El equipo médico espera que siga internada durante los próximos tres días.

Respecto de Torres, indicó que "tiene heridas y lesiones por esquirlas múltiples en los antebrazos y quemaduras pequeñas en el antebrazo, muslos y abdomen".

El traslado de aproximadamente 500 metros que separan el lugar de la explosión del Hospital de Urgencia se hizo de forma casi inmediata. Allí llegó parte de su círculo más cercano. Ambos indicaron, además, a través del personal del servicio asistencial, que no efectuarán declaraciones durante algunos días.

"Me enteré por las noticias. Conozco a Magaly desde hace 15 años y me asusté mucho. Al principio dijeron que era de emergencia, que estaba grave", relató Ramos.

Cerca de Caracas

Jorge, hermano de Magaly Valles, contó que ella llegó a Chile en noviembre pasado, mientras que su esposo se encontraba en el país ocho meses antes. "Se vinieron por la situación que estaban viviendo allá", explicó.

Ambos vivían en Los Teques, a casi 15 minutos de Caracas, en Venezuela.

Ella trabaja dando masajes reductores y él en una ferretería de Pudahuel, en calle Lo Boza, relató el familiar.

Jorge Valles se enteró del incidente a través de las noticias, mientras retiraba su permiso de trabajo en Extranjería. "Vi a Rolando, pero no pude hablar mucho con él. A mi hermana todavía la tienen arriba. La cirugía terminó hace poco, pero todavía está muy sedada", informó, poco después de concluida la cirugía. "Estoy esperando a ver si me dejan verla para hablar con ella, porque somos cuatro hermanos y el único que está aquí soy yo", agregó, claramente preocupado.

Consultado sobre el hecho se mostró sorprendido: "Estamos en Chile, este es un país tranquilo... y que nos pase esto...". Además, aseguró que casi de inmediato pudo establecer contacto con sus familiares en Venezuela. "Ya les conté a todos, a mis hermanos y a mis padres; ahora vamos a esperar que ella pueda hablar con ellos", finalizó.

R Al momento de la explosión, la pareja venía de regreso de un trámite en el Ministerio de Educación.