La creciente población migrante ha sido uno de las principales problemáticas en Chile durante últimos años, especialmente por las personas que ingresan al país por pasos no habilitados. Esta preocupación aumentó luego de las cuestionadas elecciones presidenciales en Venezuela, en las que Nicolás Maduro se autoproclamó como ganador.
Debido a la convulsión social en Caracas, las autoridades nacionales han reforzado las fronteras preparándose ante un inminente flujo migratorio. A este contexto se sumó la agresión a un militar en Colchane, que volvió a instalar el debate sobre los refuerzos en las rutas fronterizas.
Ante esto, el gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal, indicó que “este hecho no es aislado a algunas situaciones que han sucedido en la frontera y que particularmente tiene un gran desafío; que es el trabajo con Bolivia”.
“Sin duda que ha sido muy complicado dentro de todas las gestiones, inversiones, y aumento de dotación de militares y Carabineros, abordar una de las áreas más complejas, que es cómo resolver esto en conjunto con las autoridades bolivianas”, detalló en radio Pauta.
En esa línea, añadió: “Cómo poder patrullar una frontera tan extensa cuando existe poca colaboración desde la otra parte. Sobre todo en una zona tan complicada en términos de lo que significa la geografía, que hay casi 4.000 metros de altura en Colchane”.
“Me sorprende la poca disposición que uno siente de las autoridades bolivianas. Porque cuando ingresan a Chile por Colchane y llega Carabineros, los militares nuestros, los toman y los quieren reconducir, Bolivia se lava las manos y dice a las autoridades en la frontera, oiga, esto no es problema nuestro”, remarcó Carvajal.