Los jóvenes chilenos Fernando Candia y Felipe Osiadacz -condenados a dos años de prisión por la muerte de la mujer trans Yusaini Bin Ishak, el 4 de agosto de 2017 en el hall de un hotel en Kuala Lumpur, capital de Malasia-, fueron dejados en libertad.
Durante este martes, los jóvenes habían sido trasladados desde la cárcel Sungai Buloh hacia el recinto penal para inmigrantes de Semenyih, a la espera de que les entregaran sus visas, regularizando así su estadía en el país asiático.
Finalmente, bajo un gran hermetismo, Candia y Osiadacz, tras casi 500 días encarcelados, dejaron el recinto, y esperan una resolución judicial ante una apelación por parte de la fiscalía malasia. Tras su salida del penal, fueron trasladados en un furgón a una oficina de inmigración ubicada en Putrajaya, a unos 35 kilómetros de Kuala Lumpur.
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El vehículo en el que habrían sido retirados los chilenos del penal para inmigrantes de Semenyih. Foto: Inés Rigal[/caption]
El jueves pasado, el ente persecutor presentó el recurso de apelación por considerar insuficiente la sentencia dictada por la justicia el pasado 15 de noviembre, luego de que los chilenos se declararan culpables de homicidio culposo. Anteriormente estaban procesados por asesinato, delito con el que incluso arriesgaban la horca, según el código penal malasio.
La fiscalía había ofrecido la reformulación de cargos a cambio de tres años de cárcel, pero el juez del caso tomó la decisión de sentenciarlos a solo dos años de presidio, de los cuales, debido a buen comportamiento, alcanzaron a cumplir poco más de 15 meses.
La defensa de Candia y Osiadacz se había manifestado sorprendida por la decisión del Ministerio Público malasio de apelar del fallo.