Ante la fuerte demanda de pacientes con coronavirus que vienen registrando las Unidades de Paciente Crítico (UPC) del país, los hospitales habilitaron nuevos espacios para tratar a los pacientes más complejos. Así, se abrieron pabellones y áreas de pediatría, entre otras, a la par que se reforzaron los servicios de Urgencia para absorber a estos pacientes, manteniéndolos en tratamiento, estabilizados y ventilados, a la espera de una cama de alta complejidad en dichos espacios.

Pero los entre 10 y 14 días que permanecen los pacientes Covid-19 hospitalizados en las UCI frenaron el flujo. ¿El efecto? Emergencias transformadas en verdaderas salas de hospitalización, donde los enfermos pasaban, incluso, varios días antes de obtener una cama UCI.

Uno de los casos más extremos se observó en el Hospital Clínico de la U. de Chile. El jefe de Emergencia del recinto, César Cortés, dice que “liberar un cupo en la UCI para alguien que está en la Urgencia puede tardar horas, un día o hasta cinco días”, la mayor espera que se ha registrado hasta ahora.

“El tiempo que toma un paciente de Urgencia en llegar a una cama crítica está directamente relacionado con la disponibilidad de camas críticas”, agrega. Por ejemplo, en un escenario ideal, en que una cama esté disponible, el traslado puede durar tres o cuatro horas, mientras se prepara la cama, se le hacen exámenes al paciente y se le estabiliza. En todo caso, agrega, los enfermos están siempre intubados a un ventilador si así lo requieren.

En el Hospital Barros Luco, los pacientes internados por Covid-19 pueden pasar en promedio hasta 12,8 días en la Urgencia -los no Covid pasan hasta seis-, pero es porque esta unidad tiene su propia UCI (ver página 11). Desde el establecimiento de la zona sur de la capital explican que si bien la Urgencia está llena, han visto una disminución lenta en las atenciones. También aseguran que los pacientes conectados a respirador ahí tienen 20 camas con ventiladores, por lo que los enfermos obtienen rápidamente un cupo intensivo.

A su vez, el jefe de Urgencia de la Clínica Alemana, Rodrigo Rosas, señala que la situación es variable, pero que en promedio “tenemos a cerca de 10 personas hospitalizadas en la Urgencia hasta asignarles una cama” y que “la permanencia de estos pacientes ha llegado a ser de hasta 36 horas”.

También aumentó el tiempo de espera por una cama en la Clínica UC San Carlos de Apoquindo. El jefe del Servicio de Urgencia, Felipe Maluenda, dice que “siempre hay una demora de algunas horas, porque nunca hay camas libres”, y que el tiempo de espera máximo ha sido de 12 horas. Pero también tienen camas intermedias para resolver la situación de pacientes menos graves que no necesitan pasar a la UCI.

Menos espera

El aumento exponencial de camas, sin embargo, ha impactado positivamente en los tiempos de espera de algunos recintos. Paulo Granata, jefe del Servicio de Urgencia de la Clínica RedSalud, de Santiago, dice que en las últimas semanas “los pacientes pasaron de estar en promedio 96 horas a la espera de una cama UPC, a 48 horas en la misma condición”. Esto se explica porque la clínica pasó de 18 a 51 camas UCI adulto. “También hemos tenido casos de pacientes que quedan hospitalizados en Urgencia, pero que evolucionan favorablemente y algunos incluso son dados de alta desde la misma unidad”, agrega.

Lo mismo reportan desde el Hospital Sótero del Río, cuya jefa de Urgencia, María Paz Soto, dice que la espera por una cama UCI es de menos de un día, tiempo menor al de otros inviernos, “porque tenemos más camas. Tenemos una UCI en el hospital, pero se triplicó, los flujos han cambiado y ahora todo es más rápido”.

Caída en atenciones

En los últimos días, la unidades de Urgencia notaron una caída en el flujo de pacientes. César Cortés, del Hospital Clínico de la U. de Chile, cuenta que “hubo un descenso y bajamos la tasa de consultas a 50% o 60%”, y agrega que tienen un reporte similar al de otros recintos.

El flujo también cayó 40% en la Clínica UC San Carlos de Apoquindo durante la última semana, pero en contrapartida han llegado más pacientes graves. Y en la Clínica Indisa, el jefe de Urgencia, Leonardo Ristori, dice que también “hay menos presión en el servicio de Urgencia, pero no sé a qué atribuirlo”.

El presidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (Sochimu), Luis Enberg, dice que “en algunos recintos privados han disminuido las consultas”, lo que compensa los altos tiempos de espera de algunos pacientes. Además, cuenta que cerca del 20% del personal médico se ha contagiado de coronavirus.

Esta baja también se observa en el reporte diario de atenciones que realiza Sochimu. Por ejemplo, el 4 de junio hubo 3.141 atenciones en las unidades Urgencia, de las cuales el 68% era por coronavirus. Este jueves se realizaron 2.666 atenciones, de las cuales el 57% fue por Covid-19.