El ministro (s) de Justicia, Jaime Gajardo, se reunió este jueves con el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve; el director de Gendarmería, Sebastián Urra; y representantes del Ministerio Público para discutir las líneas de trabajo en torno al crimen organizado en las cárceles. En el encuentro, Monsalve confirmó la incorporación de nueve mil plazas en recintos carcelarios para contener la sobrepoblación penal.
Uno de los temas que se trataron en la mesa de trabajo fue el hacinamiento en las cárceles. Con respecto a ese punto, el subsecretario detalló que al inicio de la administración del Presidente Gabriel Boric había alrededor de 41 mil personas privadas de libertad y que actualmente la cifra ascendió a 56 mil. Del total, cerca de 14% corresponde a reclusos de nacionalidades extranjeras.
Monsalve señaló que los números indican “una sobrepoblación penal que hace compleja la gestión de las cárceles (...) para enfrentar esto, el gobierno está llevando adelante una serie de inversiones que durante el transcurso de este gobierno van a permitir proveer 9 mil plazas adicionales en materia de recintos carcelarios, entre ellas, por supuesto, plazas de máxima seguridad”.
Otro de los temas que se abordaron en el encuentro de seguridad fue el funcionamiento de los inhibidores de señal, que habían generado polémica por un supuesto uso en horarios determinados, teoría que fue desmentida por el titular de Justicia, Luis Cordero.
Con respecto al uso de estos aparatos, el ministro subrogante indicó que “cuando nosotros asumimos como gobierno no existía inhibición de telefonía celular. Hoy tenemos inhibición de telefonía celular en un 20% de los establecimientos penitenciarios, durante el próximo año vamos a llegar al 40% y cuando terminemos como gobierno vamos a tratar de tener inhibición en alrededor del 80% de la población privada de libertad”.
Motín en Cárcel de Alta Seguridad
Los disturbios en el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas), antes conocida como Cárcel de Alta Seguridad, tuvieron una especial discusión en la mesa de trabajo. El director de Gendarmería señaló que desde el incidente que protagonizaron alrededor de 12 reos, están trabajando en un blindaje de celdas para que en el caso de una situación similar no se produzcan daños graves a la infraestructura.
Con respecto a las solicitud de los reos para flexibilizar el régimen de alta seguridad, petición que provocó los disturbios, el director zanjó que “más allá de los reclamos que pretenden realizar, el régimen está estructurado de tal manera para que las personas que estén acá, que es un régimen absolutamente diferenciado, y como bien también se dijo, es un régimen estricto, que hace notar que las personas que llegan al lugar deben adoptar una actitud que se ciña al régimen interno, a diferencia de los demás penales en el resto del país, donde la población tiene acceso a otro tipo de acciones y beneficios producto de su propia conducta”.
Por su parte, el ministro (s) Gajardo remarcó: “Hay que dar una señal muy clara al país que el régimen de máxima seguridad es un régimen estricto, en el cual se encuentran las personas más peligrosas que existen actualmente en nuestro sistema penitenciario. Las personas que lideran las bandas criminales que han generado problemas muy importantes en nuestro país, que tienen, entre otras cosas, que han cometido los delitos más gravosos que existen, como el secuestro, la extorsión, la trata de personas, homicidios, sicariatos, y que por lo mismo nuestro Estado va a dar una señal muy potente en el sentido de que este régimen no se va a flexibilizar a pesar de la intención que tengan estas personas”.