Hoy día el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar declaró culpable al abogado Ricardo González Latorre (60), conocido como el “abogado del metanol”, por dos delitos de homicidio calificado, uno consumado y otro en calidad de frustrado.
González está acusado de suministrar alcohol metílico a Natalia Véliz, quien falleció, y Luis Olivares, quien sobrevivió al envenenamiento. Incentivó a ambos a firmar una serie de seguros de vida, para posteriormente poder cobrarlos.
Además, cobró el seguro de vida de la víctima. Sin embargo, fue absuelto por el delito de fraude al seguro por no reunirse los elementos suficientes para acreditar tal conducta.
La lectura de la sentencia se llevará a cabo el próximo jueves 25 de mayo a las 13.00 horas, de forma presencial. El Ministerio Público pide presidio perpetuo calificado.
Durante al juicio, el fiscal de Quilpué, Hernán Silva explicó que el abogado “es un acusado ilustrado en sistema legal y judicial, es abogado, y estimamos que hizo uso de su inteligencia en la comisión de los ilícitos, programó con anticipación los ilícitos”.
La abogada querellante de la hija de la mujer fallecida, María Fernanda Cuevas, dijo: “Estamos frente a un asesino serial como nunca antes se había visto en este país. Esto porque usa métodos altamente elaborados y que ha actuado por completa impunidad por casi 20 años”.
Dinámica de los hechos
El inicio del caso en contra del abogado se remonta al año 2005. En aquel entonces, el abogado contrató a Luis Olivares, en Viña del Mar, para realizar unos trabajos de construcción, los que nunca se concretaron. Desde entonces entablaron una relación de amistad, hasta que el 2012 González se contactó nuevamente con quien sería su primera víctima, esa vez no para ofrecerle un trabajo, sino un seguro de vida. El hombre tomó el ofrecimiento e incluyó como beneficiaria a su pareja.
Meses después de contratado el servicio financiero, González volvió a contactarse con Olivares, esta vez para invitarlo a la casa para compartir. La señalada cita se concretó, y en esa ocasión el abogado ofreció diferentes tragos a quien decía considerar su amigo. Sin embargo, según consta en la acusación de la investigación del Ministerio Público, al momento de servirle vino con frutas, habría agregado una sustancia tóxica. Se trataba de alcohol metílico, más conocido como metanol.
Tras varios sorbos, la víctima se descompensó, momento en el que según consta en la investigación fue trasladado a un sitio eriazo y alejado de Villa Alemana, lugar donde operaba el sujeto. En este sector, el abogado lanzó el cuerpo del hombre descompensado, pero no contaba con que la víctima despertaría horas después en muy malas condiciones de salud. Como pudo, Luis Olivares, en mal estado, salió de la fosa donde fue lanzado y buscó ayuda. Logró sobrevivir.
El segundo homicidio, estaba vez consumado, que se le imputa al profesional, ocurrió el 2018. Ese año, González conoció a Natalia Véliz López, con quien supuestamente iniciaría un negocio de frutos secos. En ese contexto, el sujeto le ofreció a la mujer contratar seguros de vida, algo que finalmente se concretó y Véliz contrató tres beneficios, supuestamente para sus hijas.
El 28 de junio del 2018 el abogado le pidió reunirse, aparentemente para poner fin a la relación laboral que tenían, algo que había solicitado Véliz. En esa ocasión, el sujeto la invitó a unos tragos en su vehículo, sirviéndole un vaso de whisky, y al igual que con la otra víctima, le agregaría metanol.
Tras supuestamente estar en un alto estado de ebriedad, González pasó a dejar a su casa a Véliz. Al día siguiente, la mujer no se pudo levantar de su cama, ya que tenía fuertes dolores de estómago, vómitos y mareos, aunque lo que causaba más preocupación en la víctima es que perdió la visión. Todos estos síntomas finalmente provocaron que fuera trasladada al hospital, donde tras días internada sin diagnóstico claro, falleció el 7 de julio del 2018.