"Hay personas que perdieron $ 130 millones o $ 20 millones y recuperaron $ 700 mil. Por lo tanto, estamos hablando de cantidades exiguas". Así explicó el fiscal Centro Norte, José Morales, los montos que el ingeniero comercial Rafael Garay ha devuelto a cada una de las 29 víctimas que estafó, que en total sufrieron un perjuicio cercano a los $ 1.294 millones.
Este lunes, el Segundo Tribunal Oral de Santiago, de forma unánime, declaró como culpable al mediático profesional de estafa reiterada, usando un modelo piramidal, y determinó que generó perjuicios a víctimas por montos que fluctúan entre $ 9 millones y $ 137 millones, dinero que hasta hoy no ha sido devuelto a sus dueños y que, según el Ministerio Público, tampoco lo será.
Morales explicó que esos $ 700 mil que devolvió a cada uno de sus clientes provienen de un total de $ 15 millones, que "es lo que quedó de los remates del inmueble que tenía el imputado en Recoleta. Es un remate que hizo el Banco Santander por la deuda hipotecaria que él tenía de los departamentos. Lo que quedó de ese remate se lo entregó el juzgado civil al juzgado de garantía y de ahí se repartió a las víctimas".
Respecto de si hay más dinero que Garay podría tener escondido, el fiscal fue enfático: "No hay más plata y tiene cero propiedades. Lo único que tenía fue el departamento que fue embargado y se remató. Nada más, no tiene ningún peso".
En este contexto, la defensa de Garay insistió en la audiencia con entregar unas obras de arte para resarcir el daño causado a las víctimas, pero la fiscalía estima que estas no tienen valor.
También el tribunal acogió la demanda civil que interpusieron los estafados por cerca de $ 1.000 millones. Sin embargo, como Garay no tendría el dinero, no podría cumplir con esta resolución judicial.
El Ministerio Público le pide seis años de cárcel y su defensa requiere que se le dé cuatro años de libertad vigilada. Su destino se definirá el 18 de octubre, cuando el tribunal informe la cantidad de años que deberá cumplir de condena y si lo hará desde la cárcel o con libertad vigilada.
Última versión
Previo a que los magistrados dieran su veredicto, Garay entregó su última declaración. Lo hizo luego de un juicio que se prolongó por casi un mes, en que declararon 37 personas entre víctimas, funcionarios policiales y abogados, y que también comenzó con el testimonio del ingeniero comercial.
"Quiero ofrecer disculpas públicas por haber mentido por una enfermedad que no tenía. Ofrezco disculpas a las personas que he ofendido. En los últimos 15 años he vivido mi vida de manera desastrosa. Nunca fue mi intención dañar a nadie. La privación de libertad es una instancia dura y no deseable para nadie. Pero estoy en esta situación por mis actos", señaló.
Según la resolución de los jueces, "Rafael Garay percibió los dineros de las personas (...) sin nunca haber tenido real intención de invertir tales fondos, sino solamente apropiarse de estos para fines personales, ocultando sus reales intenciones en la apariencia de la sociedad que representaba".
El tribunal, sin embargo, no consideró la circunstancias agravante de cometer el delito con abuso de confianza. "Los métodos empleados por el acusado para obtener la confianza de los afectados resultan propios e inherentes al tipo penal establecido, no pudiendo entonces ser sancionada tal circunstancia a través de una agravante", argumentaron los jueces.