Vistiendo camisa azul oscuro y una mascarilla negra, Martín Pradenas siguió vía remota desde la cárcel de Valdivia la audiencia donde el Juzgado de Garantía de Temuco revisó las medidas cautelares en su contra.
En concreto, la defensa del imputado solicitó modificar la prisión preventiva por arresto domiciliario.
El abogado defensor, Gaspar Calderón, indicó que su cliente no constituye una amenaza para la sociedad y agregó: “Hay todo un movimiento que establece que Martín es un violador. Esto no puede servir como antecedentes en el caso”.
Luego, tanto el Ministerio Público como la defensa hicieron sus objeciones a la solicitud. El fiscal Miguel Ángel Rojas señaló que los hechos imputados hacen imposible el arresto domiciliario: “Se le atribuye calidad penal de autor ejecutor de seis hechos distintos, que contienen siete delitos distintos”.
El abogado querellante criticó la intervención del defensor, quien calificó a una de las víctimas como “chica pastilla”, en alusión a que se encontraba drogada al minuto de ocurrir los hechos. “imposible justificar el ningunear a las víctimas diciendo que todas mienten, ningunear a la víctima señalando el ‘factor Barra’, ninguenar a los testigos señalando el ‘factor canario’, o señalando que no dicen la verdad, o ‘Carla pastilla’”.
Tras escuchar las alegaciones, la jueza Leticia Rivera Reyes señaló que las decisiones “deben adoptarse de forma independiente e imparcial, prescindiendo de aquellos derivados de medios de comunicación o redes sociales”.
De todas formas, señaló que la libertad de Pradenas “es un peligro para las víctimas y la sociedad”, rechazó la petición de la defensa y decretó mantener la prisión preventiva.
El pasado 11 de noviembre, Pradenas fue formalizado por un nuevo caso de abuso sexual, y se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de Valdivia. Fue formalizado el pasado 21 de julio por cinco delitos sexuales a víctimas entre 13 y 21 años, entre ellos, el caso de Antonia Barra, la universitaria que se quitó la vida tras dar a conocer estos hechos.