Un plazo de tres años fijó el gobierno argentino para finalizar las obras de rehabilitación del antiguo túnel Caracoles, que a comienzos del siglo XX se utilizó como vía ferroviaria, y que permitirá mejorar el tránsito desde y hacia Chile por el Paso Los Libertadores.
El túnel funcionará de manera paralela a Cristo Redentor, por lo que cada uno de los corredores tendrá una dirección exclusiva con doble carril. Pero además, se prevé que ambas vías estén interconectados por cinco galerías (tres de ellas peatonales) que sirvan ante cualquier emergencia.
Según información publicada por el diario argentino La Nación, a fines de junio se debería realizar una audiencia pública como paso final al proceso de evaluación de impacto ambiental, después de que el gobierno de ese país aprobara el modelo de contrato de préstamo que hará el Banco Interamericano de Desarrollo por más de 320 millones de dólares. Una vez entregado el informe, se dará paso a la licitación destinado a empresas locales e internacionales, por lo que los trabajos podrían comenzar a fines de este año o comienzos del próximo.
El ministro de Transportes trasandino, Guillermo Dietrich, señaló a ese medio que la construcción de esas obras significan el "paso más importante que tenemos para el transporte de carga con Chile y una vez concluido va a tener un impacto enorme, no solo en la provincia, sino para el transporte de carga de toda Argentina". Con esto, agregó, se reducirán los tiempos de viaje, combustible y costos, y también se podrá fomentar más el turismo.
Rehabilitación
En la actualidad, el túnel tiene una anchura de 5 metros y una altura de 5,5 metros. Con la ampliación -mediante reexcavación- se espera lograr una anchura de 10 metros y una altura de 8 metros, similar al Túnel Cristo Redentor, que se encuentra a unos 300 metros y que también será sometido a un acondicionamiento.