El plan que hace tres años impulsó la Pontificia Universidad Católica (PUC) para potenciar su internacionalización y ubicarse entre las 100 mejores del mundo está dando frutos. De acuerdo a la decimoquinta edición del QS World University Ranking, el plantel está en el lugar 132 a nivel mundial, instalándola como la cuarta mejor institución de Latinoamérica y la más destacada a nivel nacional.
El rector Ignacio Sánchez destacó que "este es de los tres rankings más importantes y completos del mundo, porque evalúa la calidad de los profesores, la empleabilidad, la investigación y el compromiso con la sociedad".
Según indicó Sánchez, "en los últimos años hemos tenido un continuo crecimiento en calidad". Además, sostuvo que desde 2015 han estado trabajando en crear un fondo patrimonial de US$ 30 millones, el que debería alcanzarse a principios de 2019, según las proyecciones del plantel: "Buscamos que con los intereses que genere este fondo podamos ir potenciando año a año el desarrollo de la universidad y contratar más profesores, abrir nuevas líneas de investigación, fomentar las becas, etcétera".
De acuerdo a las conclusiones del Ranking QS -que nuevamente está encabezado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT)- "la mayor parte de las universidades chilenas ha seguido una evolución negativa. La PUC y la U. de Chile han sido excepciones a esta tendencia, reafirmando y extendiendo su dominio en el contexto chileno". En efecto, cinco planteles descendieron en el ranking y otros cinco se mantuvieron estables.
La Casa de Bello es la segunda mejor a nivel nacional, según esta medición. Sin embargo, este año bajó siete lugares, ubicándose en el sitio 208. "Este resultado es, no obstante, 12 puestos superior al logrado cinco años atrás", afirman las conclusiones del ranking.
Más allá de estos resultados, los expertos plantean que la educación superior en Chile tiene tareas pendientes.
Para el director del Centro de Políticas Públicas de la PUC, Ignacio Irarrázabal, "Chile se posiciona muy bien en los rankings internacionales en el contexto latinoamericano. Tanto en el Ranking QS como en el TimesHigher Education y Shanghai, Chile aparece con una importante presencia, en los primeros lugares en relación a su población, esto con respecto a cualquier país latinoamericano".
Irarrázabal añade que "una debilidad importante del sistema universitario chileno es su falta de diálogo permanente con el mercado del trabajo. Hay una formación que tiene un sesgo bastante enciclopédico, que no está atento a los requerimientos de las competencias que requieren los futuros empleadores, no solo nos referimos a competencias técnicas, sino también a habilidades blandas".
El director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, estima que las universidades no deberían guiar sus proyectos educativos en relación a este tipo de ranking. "En el caso de QS se trata de una medición fuertemente reputacional, y que mide la relación del número de profesores y alumnos; son indicadores simplones y es arriesgado sacar conclusiones en base a esto. La medición de la calidad en la educación superior es muy difícil, es muy diversa y no hay un solo criterio para definir qué es la calidad".