Durante este mes, los estudiantes de la U. Católica podrán hacer una pausa en cualquier momento del día y tomar una siesta. Esto, tras la instalación de un recinto móvil acondicionado para que los alumnos descansen y combatan el estrés del inicio de las clases.
La iniciativa, que es parte del Programa Manejo de la Ansiedad y Buen Dormir de dicho plantel, se puso en marcha este lunes, cuando los alumnos del Campus San Joaquín se encontraron con un espacio especialmente preparado para hacer un break en su jornada, lo que se replicará durante abril en distintos campus.
Según se indica en la web institucional, "una siesta tiene beneficios importantes para algunas personas: favorece el estado de alerta, disminuye la fatiga y somnolencia, aumenta la capacidad de atención, concentración y memoria".
El presidente de la Federación de Estudiantes de la U. Católica, Francisco Morales, dijo que "nos parece un pequeño avance que la universidad se preocupe del estrés y de la ansiedad que puedan tener los estudiantes y no sólo de aspectos académicos. Esta es una universidad de alta exigencia y hay un alto número de alumnos que en algunos momentos presenta problemas de este tipo".