"Yo pasé toda mi vida en la calle. Que mis hijas no pasen por lo mismo y puedan tener una mejor situación, con casa propia, es bacán". Esa es la esperanza de Lissette López Villa (23), quien vive desde los 11 años de edad en el campamento Gen Chile, ubicado en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, detrás del Centro de Justicia y la ex Penitenciaría. Sentada en una banca, mientras cuida a sus dos hijas, de cinco y de un año y medio, mientras se bañan en una piscina de plástico, cuenta que durante este mes debería recibir un subsidio de arriendo que le permitirá tener acceso a residir en una vivienda digna.

Ella y sus tres hermanos son beneficiarios del programa del Ministerio de Vivienda (Minvu). Tras obtener el subsidio, se trasladará a Puente Alto. Allí proyecta juntar dinero para, en unos años, comprar un departamento en ese mismo sector.

El catastro nacional realizado por el Minvu el año pasado contabilizó 822 campamentos en Chile, con un total de 46.423 hogares. En la Región Metropolitana hay 80 asentamientos, seis de los cuales se encuentran en el llamado casco urbano de la capital: tres en Estación Central, dos en Quinta Normal y uno en Pedro Aguirre Cerda. Este último es el mismo donde vive Lissette, e inició este mes su proceso de cierre.

"Han sido difíciles los años acá. El agua es el principal problema. Antes de que nos dijeran que nos iban a sacar de aquí nos traían agua en un camión aljibe, pero eso lo cortaron. Ahora la vamos a buscar a la plaza en un triciclo", relata Lissette.

Segunda fase

El proceso de cierre de un campamento se inicia con el diagnóstico de la situación en la que se encuentran las familias. Luego se da inicio a la evaluación de hogares, a través de factores que incluyen las condiciones en las que viven, los servicios básicos que les faltan, los riesgos inminentes y la situación vital en que se encuentran.

Luego, el equipo encargado del Minvu evalúa el territorio en el que está la ocupación y se fija una estrategia: radicación (urbanización o construcción de conjuntos habitacionales en el mismo lugar) o relocalización (traslado de las familias a otro sitio).

En la actualidad, la cartera de Vivienda se encuentra abocada "a terminar la segunda parte del catastro, que tiene relación con conocer en profundidad la realidad que viven las familias", explica su titular, Cristián Monckeberg. "Estamos trabajando en la gestión de cierre de 60 campamentos durante 2019, cifra que va a aumentar una vez que tengamos la caracterización completa", agrega.

De los seis campamentos que se ubican en el casco urbano, la toma Gen Chile se encuentra en etapa de relocalización, mientras que los otros cinco se mantenían bajo diagnóstico.

Natali Marchant (29) vive en uno de ellos desde los diez años: el Nuevo Amengual, en Estación Central. Llegó allí tras pasar por un hogar de menores, y hoy reside en una mediagua junto a sus padres y su hermana. "La primera casa era de pura madera y se quemó hace cuatro años", relata. Desde entonces vive en el mismo sitio, pero en otra vivienda precaria. "Hay una diferencia que me da vergüenza: en ese tiempo por lo menos teníamos agua. Acá tengo que salir en un coche con los tarros para buscarla", dice.

Natali vive con su pareja, con quien se dedica a vender melones y sandías en una carreta con dos caballos. "Son lo único que me dejó mi papá cuando murió en 2010, de cirrosis", explica. Entre sus planes está vender los equinos con el fin de conseguir un poco más de dinero y así tener alguna opción de arrendar en otro lugar.

Del total de 80 campamentos en la Región Metropolitana, 30 ya tienen definida una estrategia de recuperación. De ellos, 25 serán relocalizados y cinco radicados en el mismo lugar. Los otros 50 se encuentran en etapa de diagnóstico.