El pasado 27 de abril -Día del Carabinero- estuvo marcado por los homicidios de tres efectivos policiales en Cañete, Región del Biobío. Sus cuerpos fueron hallados calcinados en el pick up de la patrulla blindada en la que se transportaban, en la ruta P-72-S, uno de los caminos en los que se han registrado más hechos de violencia en los últimos años.

A casi un mes del crimen, no hay detenidos, pero fuentes ligadas a la investigación han destacado que ya hay mayor claridad sobre la dinámica de los hechos. En la mañana de este sábado, por ejemplo, el fiscal nacional Ángel Valencia aseguró que la indagatoria está cada vez más cerca de poder esclarecer los hechos tal como ocurrieron y poder presentar a los autores ante la justicia”. El jefe del Ministerio Público aseguró, además, que se siente optimista respecto del éxito de la investigación.

En entrevista con el medio español El País, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve (PS), sostuvo que “llegada esta altura, uno podría decir que es una investigación que tiene avances y la dinámica clara de los hechos que ocurrieron. Con estos elementos esperamos que se pueda establecer el vínculo de los responsables para poder detenerlos”.

Al ser consultado sobre si los responsables pertenecen a una organización radical mapuche o a una agrupación de crimen organizado, Monsalve mencionó que en las estructuras que operan en la zona “fue ocurriendo una mutación y lo que vemos hoy son organizaciones muy violentas, vinculadas al uso de armas y que se dedican al robo de vehículos y de madera, tráfico de armas y de drogas”.

Si bien este asesinato tiene características que son difíciles de encontrar, hay hechos de violencia previos, como fue el ataque al molino Grollmus en 2022: fue muy violento, con uso de armas de fuego, además de disparos a la casa y disparos a un adulto mayor que estaba en el suelo, completamente indefenso. Entonces, son organizaciones que han mutado y son, eminentemente, delictuales”, puntualizó.

De izquierda derecha los carabineros fallecidos, Carlos Cisterna, Sergio Arévalo y Misael Vidal.

¿Qué se sabe hasta ahora del crimen?

Uno de los primeros antecedentes que surgió tras conocerse el triple homicidio, fue que los efectivos policiales se encontraban en el sector de Antiquina vigilando el cumplimiento del arresto domiciliario nocturno de Carlos Antihuen, quien estaba bajo esa medida cautelar desde agosto de 2023 por una causa vinculada al porte ilegal de munición.

Si bien en un inicio el equipo a cargo de la indagatoria investigó una eventual participación de Antihuen en el delito, esta sospecha fue descartada y actualmente el hombre quedó en calidad de “testigo protegido”.

Según pudo averiguar La Tercera, hasta ahora no se ha despejado si hubo un enfrentamiento entre los policías y los implicados en el crimen, ya que para ello es esencial periciar las armas de los carabineros, que no fueron encontradas en el sitio del suceso.

De momento, se maneja la hipótesis de que los carabineros fueron emboscados en Antiquina, encañonados una vez que abrieron la puerta del vehículo policial y que fueron obligados a descender de él. En ese momento, habrían sido ejecutados y transportados hasta la la ruta P-72-S, donde sus cuerpos habrían sido quemados en el pick up del vehículo.

No obstante, hay consenso en que los indicios apuntan a un crimen planificado. De acuerdo con lo expuesto por El Mercurio este domingo, los autores habrían cortado uno de los cercos perimetrales del sitio del suceso, aguardaron durante un largo tiempo en el lugar -la vegetación permanecía aplastada cuando los equipos investigadores iniciaron las pericias- e incluso habrían tenido la precaución de no dejar huellas utilizando guantes.

Asimismo, entre las vainillas encontradas hay una correspondiente a una escopeta calibre 12 que habría sido utilizada en un ataque incendiario y un robo con violencia, asegura El Mercurio. Por otra parte, se habrían hallado municiones de 9mm, concordantes con las armas que utilizan los policías.

Sobre el avance de la investigación, el fiscal del caso, Roberto Garrido aseguró al citado medio que “la conclusión principal nos permite vincularla con otras acciones violentas, ocurridas en un tiempo reciente también en la misma zona, y eso nos permite ir acotando la búsqueda o hipótesis de participación a grupos que operan normalmente en la zona”.

“Hemos establecido que la acción realizada contra los funcionarios de Carabineros fue planificada”, agregó.

Respecto del grupo implicado, detalló: “Hubo también la participación de un número de personas que permitiera reducir a los policías, en términos muy rápidos, y posteriormente una labor de limpieza y traslado de los cuerpos para, evidentemente, obstaculizar la investigación”.

Pericias al vehículo policial en el que los carabineros fueron encontrados muertos.