En calle Guillermo Mann 2588, en pleno corazón de la población Rosita Renard, comuna de Ñuñoa, falleció el domingo en la noche David Alejandro Pimienta Zuleta (29), miembro de la banda “Los Pimienta”, dedicada al tráfico de drogas y crimen organizado, donde poco importa el coronavirus, el distanciamiento social, el toque de queda y la cuarentena total. El negocio y las tradiciones no se tocan.

La muerte de Pimienta Zuleta, a manos de una banda rival, según indaga la policía, causó lo que desde el año pasado incomoda a las autoridades y vecinos: los velorios y funerales narcos. A partir del domingo 29 de marzo, día en que falleció el joven, la población Rosita Renard ha sido escenario de fuegos artificiales y balazos, los que generaron incluso un enfrentamiento con Fuerzas Especiales de Carabineros, quienes debieron dispersar el lugar con gas lacrimógeno. Esa noche se dio inicio oficial a la despedida de “Chanchomán", quien tenía 13 detenciones a cuestas.

La despedida se ha extendido por toda la semana. Incluso, fuentes policiales que conocen cómo funciona la población por dentro, tienen previsto que hoy nuevamente los fuegos artificiales retumben en Ñuñoa, dado que el “funeral oficial” es durante la tarde. Todo amenizado con asados en la vía pública ¿Toque de queda? Qué importa.

Juana A., dirigenta vecinal de la Junta de Allegados Rosita Renard, indicó que “esto no nos había tocado así de fuerte antes, desde el domingo que esto está así, porque más encima ellos piden plata y la gente les tiene que dar por miedo, porque los amenazan. Carabineros no puede hacer mucho más, tiene tres furgones 24/7 dando vueltas, pero con esto de la pandemia, son los militares los que tienen que estar a cargo, pero nunca han venido", dice.

Además, sostuvo que "me gustaría que los militares estuvieran más encima, porque ellos tienen el control con todo esto, y acá estamos en tierra de nadie, imagínese que hacen asados en la calle, tiran fuegos artificiales y uno va para allá, y le dicen ‘estamos despidiendo a mi hermanito’. La gente está intimidada por todo, y además por el tema de la pandemia. Estamos tratando de hacer lo que podamos, el virus y esto de los disparos y fuegos artificiales no es un chiste, pero acá los militares no vienen”.

¿Estado de excepción?

Desde que el 18 de marzo el Presidente Piñera decretara el estado de excepción constitucional, se designó un jefe de la Defensa para cada región, y en el caso de la Región Metropolitana, ésta le corresponde al general Carlos Ricotti.

Según la norma, lo decretado por el Presidente permite restringir las libertades de locomoción y reunión, disponer requisar bienes, establecer limitaciones al ejercicio del derecho de propiedad y adoptar todas las medidas extraordinarias de carácter administrativo que sean necesarias para el pronto restablecimiento de la normalidad en la zona de emergencia. Todo esto, a cargo de las Fuerzas Armadas.

Consultado el Ejército sobre qué pasa con la presencia militar en la zona para cumplir el toque de queda y la cuarentena total, señalaron que “en relación a lo solicitado como Jefatura de la Defensa Nacional Región Metropolitana queremos informar que se han tomado todas las medidas de seguridad frente a esta situación, desplegando efectivos policiales permitiendo resguardar a sus habitantes y dando cumplimiento a las medidas sanitarias

Fuentes militares, de todas maneras, precisaron que hoy es poca la disponibilidad de personal por parte del Ejército para cubrir estos eventos, además de fiscalizar cordones de sanidad y la emergencia. Por lo mismo, la institución está destinando personal de Iquique, Antofagasta y Punta Arenas, hacia Santiago.

Por su parte, fuentes de la policía uniformada comentaron que por ahora los militares están en las labores de menos riesgo, como controlar el toque de queda y las comunas en cuarentenas, y que las gestiones más operativas en la calle, con las poblaciones y la gente, son de la policía y funcionarios del Ministerio de Salud.

Acá, al final, estamos nosotros los vecinos hablando con estos niños para que paren. Es lamentable que muera una persona, pero ya es mucho. Todos queremos una vida normal y tranquila, cosa que por ahora no se puede. ¿El coronavirus? Acá nadie hace caso a eso, ni a nada, lamentablemente", concluye Juana A.